Alcoa, igual que ArcelorMittal Y Asturiana de Zinc (AZSA), tres de las principales empresas intensivas en consumo eléctrico, confirmaron ya su intención de acudir a la próxima subasta de interrumpibilidad que bonifica a las grandes consumidoras de electricidad por reducir o cortar puntualmente el suministro en caso de que el sistema lo necesite. Alcoa acude a la subasta de los servicios de interrumpibilidad para 2018 "con el objetivo de obtener el mayor valor posible para sus centros de producción en España", después de haber conseguido el año pasado cinco bloques de 90 megavatios (MW), uno de ellos, para la fábrica coruñesa.

Azsa confirmó que ya está "habilitada", dentro del proceso abierto por el gestor del sistema eléctrico y organizador de la puja, Red Eléctrica de España (REE) "para obtener las mejores condiciones posibles".

La interrumpibilidad es una herramienta de gestión de la demanda que aporta flexibilidad y respuesta rápida para la operación del sistema ante situaciones de desequilibrio entre generación y demanda. Los grandes consumidores se convierten en proveedores de este servicio de emergencia a cambio de una reducción en su tarifa eléctrica.

La plantilla coruñesa de Alcoa confía en que las condiciones de la puja, prevista para el mes de noviembre, sean al menos como el año pasado, a falta de un sistema que garantice un precio bajo y estable en el tiempo, como demanda la industria.