El Gobierno alemán aprobó ayer un plan para la formación de trabajadores cualificados destinado a paliar el déficit ya existente en su mercado laboral, que, según estimaciones actuales, podría ampliarse hasta llegar a tres millones de puestos vacantes para 2030. En el proyecto, elaborado por el Ministerio de Trabajo, se advierte de los efectos derivados del envejecimiento de la población activa y se apuesta por incrementar la presencia de la mujer en puestos cualificados.

El déficit de mano de obra cualificada tratará de paliarse "preferentemente" con población activa ya radicada en Alemania, explicó la viceportavoz del Gobierno, Ulrike Demmer, pero también con la incorporación al mercado laboral de ciudadanos europeos comunitarios. La incorporación de inmigrantes de otros países o o personas llegadas como refugiados no se considera posible "a corto o medio plazo", advirtió la portavoz, ya que su integración en la sociedad y el mercado laboral alemán precisa de un periodo más amplio. Según un estudio independiente del instituto de investigaciones Prognos, el déficit de trabajadores cualificados llegará a los 3 millones en 2030.