Las asambleas de trabajadores celebradas en los últimos días por los sindicatos UGT y CCOO para votar el preacuerdo alcanzado con la patronal sobre el convenio colectivo del metal coruñés ratificaron el pacto, por lo que en los próximos días representantes de las asociaciones empresariales afectadas (Sidero, Asinec, Aptcor y Agasca) y de las centrales sindicales firmarán el texto definitivo del convenio. El "sí" de los afiliados de los dos sindicatos de ámbito estatal implica la aceptación del preacuerdo pese a la negativa de las asambleas celebradas por la CIG pues la central nacionalista suma seis representantes de los 15 presentes en la mesa negociadora, frente a los cinco de UGT y los cuatro restantes de Comisiones Obreras, con lo que estos dos últimos tienen mayoría (nueve).

Los representantes de ambos sindicatos confirmaron ayer que todas las asambleas celebradas en la provincia -en las comarcas de A Coruña, Ferrol y Santiago- apoyaron el acuerdo, lo que supone acabar con la ausencia de convenio en el sector (el anterior caducó en diciembre de 2014) y con más de tres años de negociaciones.

El portavoz de UGT, Felipe López Calvo, aseguró que la firma de este acuerdo supone dar estabilidad a los trabajadores del sector -son casi 20.000 los afectados- hasta el año 2020 y sostuvo que la consecución del acuerdo fue el resultado de las movilizaciones realizadas por los profesionales del metal en los últimos meses y la convocatoria de huelga indefinida para este mes, lo que "forzó" a la patronal a renunciar a algunas de sus pretensiones y cerrar un acuerdo.

Mientras, el secretario comarcal del sector del metal de CCOO en A Coruña, Arturo Julián, calificó de "positivo" el acuerdo porque "implica realmente la recuperación de poder adquisitivo" tras la congelación salarial que sufrían los trabajadores desde que caducó el anterior convenio colectivo. "Los empleados ven bien el acuerdo porque raras veces se logra uno así. Si el voto fuese en urna, secreto, no tengo dudas de que los afiliados seguirían apoyando mayoritariamente el preacuerdo que cerramos CCOO y UGT", aseveró Julián.

El pacto sellado por los sindicatos de ámbito estatal y la patronal establece una subida salarial global del 8,1% hasta 2019 e incluye la cláusula de revisión de los sueldos en caso de que la inflación suba por encima del 1,5% en 2017 y 2018 y del 2% en 2019.

Pretensiones de la patronal

El secretario comarcal de CCOO en A Coruña defendió además que el acuerdo alcanzado implica "que hayan quedado en el olvido pretensiones de la patronal como la distribución irregular de la jornada, que quería elevar a 140 horas, algo que preocupaba mucho a los trabajadores". A ello sumó la importancia de la retribución fijada para los retenes -trabajadores que permanecen de guardia en sus casas-, que serán voluntarios, de 60 euros semanales.

"Había necesidad de acabar con esta situación, sin avances importantes desde 2014. Ahora debemos centrarnos en trabajar en las dos comisiones mixtas creadas para abordar tanto el tema de las subcontratas como de las subrogaciones y mejorar así las condiciones laborales en el sector", concluyó Julián.

Sobre las discrepancias con la CIG desde la semana pasada, este sindicalista aseguró que la central nacionalista "se descabalgó en el último momento" al rechazar el planteamiento de la huelga indefinida "pese a compartir los planteamientos de la comisión negociadora". "Al final parecía que se trataba de demostrar quién tenía más fuerza sindical y eso no era lo importante", sentenció el portavoz de Comisiones Obreras.