Liberbank lideró ayer las subidas en Bolsa con un alza del 7,69%, hasta los 0,84 euros por título, aupado por varios factores, de los que el más determinante fue la difusión en los dos últimos días de informaciones periodísticas que vuelven a situar al banco de origen asturiano en el objetivo de posibles ofertas de fusión o de adquisición por otras entidades españolas.

En las últimas jornadas se volvió a barajar el ya recurrente posible interés de CaixaBank, Sabadell e incluso BBVA, y ayer fue Abanca la que entró en el baile de las eternas fusiones financieras. El Confidencial apuntó a la entidad presidida por el venezolano Juan Carlos Escotet, máximo accionista además del banco heredero de las cajas gallegas, como candidata a cerrar una operación corporativa sobre Liberbank, para lo que habría contratado al banco de negocios Merryl Lynch Bank of America para explorar un entendimiento.

Las partes interesadas no confirmaron la existencia de contactos y en medios de Liberbank se reiteró que este banco "no busca fusiones", sino "seguir con su propio plan". Fuentes del mercado explican sin embargo que los bancos de inversión son contratados para vender empresas o en este caso bancos y que es habitual en esas operaciones sondeen el mercado, una maniobra que han iniciado por ejemplo con Deutsche Bank España. Las mismas fuentes sostienen que en esos tests de interés son contactadas todas las entidades con capacidad para comprar y no descartan que Abanca sea una de ellas, sobre todo después de que su presidente confirmase en su última presentación de resultados anual que mantiene intacto su apetito comprador. Es cierto que Escotet dejó claro en febrero pasado que en España le parecía más complejo que fuera, específicamente en México, y que debería ser un negocio "muy complementario y a muy buen precio".

Liberbank anunció el día 7 una ampliación de capital del 60%, que le permitirá captar 500 millones, así como otras medidas para reforzarse, sanear su balance y mejorar su rentabilidad. Desde entonces, el valor siguió una tendencia bajista, propia del descuento y dilución que conlleva toda macroampliación: cayó desde los 0,97 a los 0,78 euros. Desde este precio, que marcó la víspera, ayer llegó a remontar el 8,71%, aunque al término de la sesión la ganancia consolidada fue del 7,69%.

En este comportamiento han podido influir otros factores, como el anuncio de la Reserva Federal de que volverá a subir tipos de interés en diciembre, lo que favorece a los bancos, y presupone que el BCE se vea más tentado a cumplir su previsión de anunciar en octubre el comienzo del repliegue de sus propios estímulos. Esto explica que ayer todos los bancos cotizados (salvo el Sabadell) cerraran al alza. Liberbank se apreció más porque, según sostienen desde hace tiempo diversos informes de casas de análisis, sería uno de los más favorecidos por una subida de tasas de interés.