Los ministros de Empleo del G7 (Francia, Alemania, Italia, el Reino Unido, EEUU, Canadá y Japón) acordaron ayer en Turín adoptar "un acercamiento inclusivo en el mercado de trabajo, con particular atención a los más débiles de la sociedad, para asegurar que nadie se quede atrás". Entre los desafíos a los que aludieron se encuentra el de las nuevas tecnologías. La llamada "industria 4.0" puede traer grandes beneficios a las empresas desde el punto de vista de su desarrollo, pero también puede ocasionar un "potencial riesgo de pérdida de puestos de trabajo" o presentar "barreras a quienes tratan de acceder al mercado laboral".

En este sentido, acordaron desarrollar políticas inclusivas en el mercado laboral, con especial atención a las mujeres y a los jóvenes. "Aumentaremos nuestros esfuerzos para brindar a los jóvenes las competencias necesarias y para adoptar políticas eficaces que permitan su transición de la escuela al mundo laboral", escriben en el documento final. La cumbre abordó la digitalización y automatización en el mundo laboral, y el fortalecimiento de las infraestructuras para garantizar un cambio sostenible.