Las empresas familiares, que sostienen más de 7 millones de empleos en España, demandaron ayer al Gobierno que siga adelante con las reformas e impulse un pacto de Estado por la educación para reducir el paro juvenil. En esa línea destacaron la importancia de extender la Formación Profesional (FP) dual, que combina formación teórica en las aulas con trabajo en las empresas.

El XX Congreso Nacional de la Empresa Familiar, que reunió en Toledo a más de 500 empresarios, se clausuró ayer con un llamamiento a la estabilidad, tanto económica como política, que "es uno de los principales activos de un país", destacó Ignacio Osborne, presidente de Instituto de la Empresa Familiar (IEF). La inestabilidad "genera incertidumbre y la incertidumbre frena el desarrollo", sentenció con un ojo en Cataluña.

Osborne señaló que para alcanzar una situación de equilibrio en la economía resultan fundamentales las reformas y en ese sentido apuntó que para profundizar en las ya realizadas y abordar las que todavía están pendientes es imprescindible "tener amplitud de miras y liderazgo para llegar a acuerdos políticos". Porque, dijo, "cuando se ha apostado por las reformas, los resultados han sido prácticamente inmediatos". Osborne destacó que uno de los factores que condiciona de manera más determinante el crecimiento empresarial es la calidad del capital humano. "Los niveles de educación y formación determinan, sin ninguna duda, la capacidad de un país para crecer, su productividad, los salarios, e incluso la estabilidad del empleo", afirmó el presidente del IEF, y añadió: "No podemos permitirnos una tasa de desempleo juvenil del 40%". La formación en uno de los ejes principales de la hoja de ruta del IEF y su propuesta pasa por apostar por modelos de colaboración entre la Administración y las empresas, como en Alemania. "Ya tenemos referencias y la formación profesional dual es un gran ejemplo por el que debemos apostar si queremos resolver uno de los grandes problemas económicos y sociales de este país", dijo Osborne.