El consumo es el motor de la economía española. Incluso cuando vienen mal dadas, los hogares se comen el ahorro para seguir consumiendo.

¿Y qué compran? ¿Cómo lo compran? ¿A qué precio? ¿Han dado ya el gran paso al futuro o sigues anclado en la compra presencial y reticente a Internet? Los estudios dicen que somos más humanos y previsibles de lo que esperaba cualquier teoría de ciencia ficción. Todo lleva un tiempo necesario de adaptación y en realidad, el consumidor medio hace un mix: un poco de online y un mucho de presencial. Esto es: la mayoría de los españoles utiliza Internet para informarse y elegir, pero termina por comprar en la tienda física. El informe Nielsen 360 que elabora la consultora del mismo nombre los ha llamado los "total consumer".

Ellos son los consumidores de esta era, un nuevo tipo de ciudadanos que han hecho de la compra una experiencia multiforme, donde intervienen multitud de factores, canales e interferencias. Se plantan en el supermercado, la gran superficie, su tienda de moda preferida o el comercio de barrio con el móvil en la mano. Ahora el teléfono es su lista de la compra.

Es la tendencia natural en la era del 4.0. Las empresas que analizan el marketing digital auguran que las ventas detallistas online se duplicarán entre el 2015 y 2019, lo que significa más del 12% de las ventas globales para el 2019.

El ecommerce en España

Por el momento, la cuota en ventas del ecommerce de gran consumo en España es del 0,8%, similar a la de Italia, pero lejos del 6% de Francia o 6,4% de Reino Unido, pues solo un 13% de los hogares españoles, según Nielsen, realiza la compra online de principio a fin. Esta diferencia entre países se explica en parte porque en España está muy extendido el supermercado de proximidad.

Al mercado de segunda mano le está costando entrar en España. Solo el 20% de los entrevistados para el Observatorio Cetelem de Consumo en España, una de las biblias junto al informe Nielsen que estudia cuánto y cómo consumimos, reconoce haber comprado algo usado. Y lo que se adquiere son los productos tradicionales de este mercado: libros y discos (28%), moda (15%) y tecnología (13%).

Cuando hacen la compra física, los consumidores se decantan más por las grandes cadenas de distribución. Lo hacen por el precio (60%), la variedad (58%) y tenerlo todo en el mismo establecimiento (51%). Pero también nos gusta ir al comercio de barrio por la cercanía (61%), el trato amable (48% ) y la confianza (43%).

Menos éxito tiene todavía el consumo colaborativo, todavía muy incipiente en España. Tan solo el 8% de los entrevistados por Cetelem. Entre los que lo han hecho, la mitad de ellos ha consumido productos de alimentación, seguido por transporte (26%) y alojamiento (23%).

Si el consumo colaborativo sale mal parado, el talante ecológico del consumidor español también. Solo el 21% de los encuestados para el Observatorio tuvo en cuenta la sostenibilidad y ecología a la hora de hacer sus compras. Los españoles compran sobre todo frutas y verduras ecológicas, le siguen los electrodomésticos A++ y el aceite ecológico.

Lo que sí está de verdad en auge es la ehostelería o el restaurante en casa al que recurren ya uno de cada cuatro consumidores, en cifras de Nielsen. Y es que el consumidor empieza también a salir más indoor, es decir, "en casa".