El que fue uno de los hombres más poderosos de la esfera económica del país se enfrenta a una acusación de cinco años de cárcel. El expresidente de Bankia, vicepresidente económico en los Gobiernos de José María Aznar y exdirector gerente del FMI, Rodrigo Rato, tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por la crisis del banco de Caja Madrid. El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu abrió ayer juicio oral contra él y otras 31 personas por los delitos de falsedad en las cuentas anuales de los ejercicios 2010 y 2011 y fraude de inversores en la salida a Bolsa de la entidad.

El magistrado acusa igualmente a Banco Financiero y de Ahorros (BFA), Bankia y a la auditora Deloitte por incluir datos falsos en el folleto informativo que aprobó el consejo de administración del banco previo a su debut bursátil. En su auto recuerda que en los cinco años de instrucción de la causa se recabaron indicios racionales que demuestran que los administradores de Bankia aprobaron unas cuentas maquilladas que no reflejaban la verdadera situación de la entidad.

El fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, ejerce la acusación contra Rato, presidente de Bankia entre 2010 y 2012, y pide para él cinco años de cárcel; para el exvicepresidente José Luis Oliva solicita cuatro años; y para los exconsejeros José Manuel Norniella y Francisco Verdú Pons reclama tres años y dos años y siete meses, respectivamente.

En su escrito de acusación el fiscal expuso que la excúpula es la culpable en este procedimiento por no reflejar la imagen fiel de la entidad con el fin de obtener "a toda costa" los fondos para cubrir las exigencias de capital.