La negociación de los dos expedientes de regulación de empleo (ERE) con los que el Santander encauzará su excedente en servicios centrales y los del Popular-Pastor para formalizar su integración da un paso importante tras la decisión del banco de bajar a 1.200 las salidas previstas, junto con las 575 recolocaciones internas. Es la segunda reducción. La propuesta inicial pasaba por 1.585 bajas, que luego la entidad dejó en 1.384. Así que el descenso por el momento ronda los 400, aunque los sindicatos insisten en que, pese al "avance sustancial", hay todavía "margen para seguir rebajando la cifra". Y también para mejorar las condiciones de salida, en las que los responsables del Santander también presentaron una nueva oferta.

El grupo se resiste a alterar el umbral de edad de prejubilación de los 55 años. "No se mueve. Pero el grupo de 50 a 54 años es muy sensible, no está suficientemente amparado y protegido", señala Javier Castro, responsable de banca de UGT en Galicia. Los representantes de la plantilla demandan que estos trabajadores puedan también entrar en las prejubilaciones, para las que el Santander propone una anualidad completa y 3.000 euros en los mayores de 62 años; y el 80% del salario pensionable o el 76% y la mitad del complemento voluntario en los de 55 a 61 años, siempre que superen 15 años de antigüedad. "Esto dependerá de cada empleado, en función de su situación salarial. Lo primero será mejor para los que estén más ligados a convenio y lo otro para los que tengan retribuciones mejoradas", explica Castro.

En las bajas incentivadas, la nueva oferta del grupo pasa por un esquema lineal, sin distinguir edades, de 40 días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades y 500 euros a mayores por año completo de antigüedad. A estas cantidades se sumarían unas primas que sí variarán en función del tiempo trabajado en las dos entidades: 3.500 para los que lleven menos de 5 años; 7.000 euros para el personal vinculado entre 5 y 10 años; 15.000 euros en los de 16 a 20 años; 20.000 euros en la horquilla 21-24 años; y 25.000 euros para los que superen los 25 años trabajando para Popular-Pastor o Santander.

El banco, según los sindicatos, no se ha pronunciado sobre la posibilidad de que parte de los trabajadores que deban abandonar servicios centrales pasen a la red comercial para reforzar la atención al cliente.

Como estaba previsto, el Santander contrató a una empresa externa para ayudar a las recolocaciones de los que salgan de la empresa. Será la consultora Lee Hecht Harrison, que ayer presentó a los sindicatos su plan. El objetivo es conseguir una alternativa laboral al 80% de los afectados en los primeros 12 meses, "en España o en el extranjero, según el deseo del propio interesado", con el apoyo de medidas de recualificación profesional y asesoramiento individualizado, según aseguran los sindicatos. UGT pidió al Santander que pacte con sus empresas auxiliares la contratación prioritaria de los afectados en próximas vacantes para así "seguir dando servicio al Grupo Santander y seguir con trabajos relacionados con su especialización e incluso en los mismos centros de trabajo".

Mientras, decenas de delegados sindicales de la CIG, sindicato que no participa en la negociación, se concentraron ayer ante el centro de coordinación del Pastor en la calle Orillamar, en A Coruña, en protesta por el ERE, que afecta a todos los trabajadores del centro. La central sindical reclamó además al Santander que mantenga la marca Pastor.