Es probable que en los últimos meses un comercial haya llamado a la puerta de su casa para ofrecerle modificaciones en su factura de la luz, bien sea invitándole a cambiar de compañía o a introducir cambios bajo la promesa de que así logrará un abaratamiento. Sin embargo, los numerosos casos de clientes que denuncian haber salido peor parados con este cambio han movilizado a Competencia. El organismo anticipa medidas para acabar con fraudes en el puerta a puerta, e, incluso, a empresas como Gas Natural Fenosa, que se adelanta a estas iniciativas con la inhabilitación de 190 comerciales y la puesta en marcha de un teléfono gratuito para denunciar estos casos.

Este tipo de prácticas proliferan en un mercado en el que el consumidor ve difuminada la barrera entre lo que paga y lo que recibe. Según las estimaciones de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el 44% de los usuarios españoles desconoce qué tarifa eléctrica y casi una cuarta parte del total desconoce qué potencia tiene contratada, lo que genera el caldo de cultivo para este tipo de abusos. Solo en el año 2016 se recibieron 150 denuncias de fraude, de las que siete acabaron en sanción.