El fabricante automovilístico alemán BMW negó ayer las acusaciones de manipulación de las emisiones de los motores diésel de sus vehículos vertidas por la ONG Deutsche Umwelthilfe.

La compañía germana emitió una nota en la que asegura que en el grupo BMW "no hay actividades, ni precauciones técnicas para influir en las emisiones en la modalidad de pruebas". Los vehículos de la firma cumplen la legislación actual y no están manipulados, añade la compañía alemana.

Deutsche Umwelthilfe acusa a BMW de haber utilizado un software con el que se interrumpe la limpieza completa de las emisiones a partir de determinada velocidad.

La organización ecologista hizo pruebas en carretera en un BMW 320d en el que las emisiones fueron más elevadas que las que el automóvil registraba en las pruebas en el taller.

Volkswagen fue el primer fabricante automovilístico alemán que protagonizó un escándalo por el uso de un software para manipular las emisiones de óxidos de nitrógeno, pero otros grupos también fueron acusados de irregularidades.