La planta de procesado que el holding cárnico Hermi-Carne de Conejo tiene en el municipio coruñés de Sada -concretamente en el lugar de Alborelle- cesará su actividad el próximo día 31. El cierre ya es firme, después de que los trabajadores y la empresa llegaran a un acuerdo ayer, el último día del periodo de consultas, sobre el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afecta a 20 empleados en A Coruña y a otros 21 en Toledo, donde la firma cerrará otro matadero, el de Torrijos.

El cierre de las instalaciones de Alborelle será el día 31 y los trabajadores recibirán una compensación de 27 días de salario por año trabajado -con un máximo de 15 mensualidades- más un extra de 17 días de sueldo, según informó ayer el representante de la plantilla de Sada, Enrique Mosquera. "Si no hubiésemos firmado nos daban solo 20 días por año trabajado y hasta 12 mensualidades y la única opción que nos quedaría sería recurrir al juzgado", explicó este sindicalista, dando por bueno el acuerdo, para que el que no hubo unanimidad pero sí mayoría. Solo uno de los 20 trabajadores se acogerá al traslado fuera de Galicia.

La empresa cárnica comunicó el ERE el 13 de noviembreERE alegando causas organizativas, por las que decidió mantener solo la central de La Cistérniga (Valladolid) y otra planta con la que cuenta en Las Eras (Albacete). Desde entonces las plantillas de las plantas coruñesa y toledana iniciaron una lucha por la continuidad de sus empleos, defendiendo que ambos centros de trabajo eran rentables. Ante la decisión firme de Hermi de cerrar "sí o sí", los empleados hasta iniciaron la búsqueda de un inversor que se hiciese cargo del matadero de Sada, con la ayuda de las administraciones: el Concello -que apoyó a la plantilla en sus movilizaciones- y la Xunta. Pero esta posibilidad, que no llegó a sustanciarse, queda en vía muerta una vez firmado el acuerdo del ERE que implica el cierre el próximo 31 de diciembre.