Los antiguos gestores de Caixanova vuelven a la Audiencia Nacional por una de las operaciones que el FROB llevó ante Fiscalía. El juez José de la Mata los cita como investigados por el presunto perjuicio de más de 80 millones a la entidad en los préstamos concedidos a la quebrada Promalar para la compra y reflotamiento de la también desaparecida conservera Bernardo Alfageme. La denuncia de la Fiscalía Anticorrupción por delitos de administración desleal, contrato simulado y blanqueo de capitales es contra el dueño de la empresa, Juan Lago Pérez; el expresidente de la caja, Julio Fernández Gayoso; el que fue director general, José Luis Pego; el adjunto, Gregorio Gorriarán; el subdirector, Domingo González Mera; José Benito Parente, que llevaba la oficina principal; y dos técnicos tasadores. Declararán el lunes y el martes de la próxima semana.

El escrito recoge hasta cuatro operaciones por 134,25 millones destinadas en principio a que el grupo de empresas de Juan Lago asumiese la conservera para "beneficiar económicamente a los accionistas por su estrecha relación con la caja". Entre ellos estaba, según la Fiscalía, el difunto Guillermo Alonso Jáudenes, expresidente de Caixanova.