"La mejor energía verde es la que no se consume". Así resume el delegado general de Gas Natural Fenosa en Galicia, Manuel Fernández Pellicer, la importancia de la eficiencia energética en cualquier ámbito de la sociedad, tanto por el ahorro económico que supone como por los beneficios que tiene para el medio ambiente. Y es que la comunidad gallega tiene aún mucho por hacer para reducir su factura energética y situarse en niveles óptimos de consumo eficiente. Sólo los hogares y pymes de Galicia podrían ahorrar cerca de 560 millones de euros al año con unos hábitos más responsables en el uso de la energía y con equipamientos más modernos, según los índices de eficiencia energética elaborados con carácter bianual, tanto en el ámbito de las familias como en el de las pequeñas y medianas empresas, por la Fundación Gas Natural Fenosa. Una cuestión que es especialmente importante en años como el actual, en los que la sequía y la escasez de viento lastran la producción hidráulica y eólica y provocan que haya que recurrir a fuentes más caras, como las centrales térmicas o los ciclos combinados, lo que infla considerablemente el recibo de los consumidores.

El IX Índice de Eficiencia Energética en las Pymes, presentado por la entidad a mediados de año, cifra en 231 millones anuales el potencial de ahorro entre este tipo de compañías, el equivalente al 23,6% de su factura energética. Mientras, el X Índice de Eficiencia Energética en los Hogares, publicado en 2016, estima que las familias gallegas podrían reducir su recibo un 29,4% con "simples" cambios en sus hábitos energéticos y mejoras en el equipamiento, lo que al final del año supondría un ahorro de otros 328 millones de euros.

El ahorro de energía con esas mejores prácticas y pequeñas inversiones en equipamiento de hogares y pymes ascendería en Galicia a 4.901 gigavatios hora (GWh) al año, el equivalente a la energía necesaria para abastecer el 26,7% del consumo eléctrico de Galicia en un año o el gasto que implica el alumbrado público de la ciudad de A Coruña durante 216 años. De esos 4.901 GWh de potencial ahorro en la comunidad, 2.891 corresponden a los hogares y los 2.010 restantes a las pequeñas y medianas empresas asentadas en territorio gallego.

Pero esta mayor eficiencia en el consumo no solo redundaría en un ahorro económico sino que favorecería la protección del medio ambiente al reducir considerablemente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera. Los índices publicados por la Fundación Gas Natural Fenosa cifran en casi 1.200 las toneladas de dióxido de carbono que Galicia dejaría de emitir al año con esas mejores prácticas en el uso y gestión de la energía. Esta menor contaminación equivaldría a sacar de las carreteras gallegas más de 326.000 turismos durante todo un año, según los cálculos realizados por la Fundación Gas Natural Fenosa.

Para lograr esos ahorros en la factura, en el consumo y ese beneficio para el medio ambiente, la entidad dependiente de la energética catalana asegura que solo hay que realizar gestos "simples" como el mantenimiento de los equipos energéticos, una mayor cultura sobre eficiencia energética y el control de los consumos.

Como los buenos hábitos más extendidos entre los hogares gallegos, los expertos de la Fundación Gas Natural Fenosa apuntan a algunos como el uso del programa de media carga en la lavadora, el lavado en frío, el uso adecuado del lavavajillas, utilizar los equipos de mayor consumo a diferentes horas para optimizar, cuidar de que todo esté apagado cuando se sale de casa o antes de acostarse, saber que con un ajuste de la potencia contratada se puede pagar menos o tener en cuenta el etiquetado energético a la hora de comprar los electrodomésticos. Pero también señalan malas prácticas generalizadas entre las familias gallegas como el uso reducido de la olla exprés, la baja frecuencia con la que se cambia la goma de la puerta del frigorífico, la baja proporción de ciudadanos que cree poder explicar una variación brusca de su factura y el desconocimiento y escasa instalación de sistemas de reducción del caudal de agua en los grifos.

De hecho, por tipo de equipamientos, el estudio para los hogares estima que los gallegos podrían reducir un 47% su factura energética por el uso de electrodomésticos, un 26% la de iluminación, un 24% la de calefacción, un 14% la de aire acondicionado y un 13% el recibo derivado del uso de agua caliente.

En cuanto a los puntos fuertes relacionados con la eficiencia energética en las pymes de Galicia, los autores del informe señalan la reforma de la iluminación en los últimos cinco años (algo que hizo el 71% de las pequeñas y medianas empresas), el control de las cámaras frigoríficas (más del 90%), el control de los hornos y de las calderas en la industria (con porcentajes superiores al 70%), la desconexión o minimización de la calefacción o aire acondicionado en las habitaciones desocupadas de los hoteles (95%) o iluminación independiente para las distintas zonas de sus instalaciones (84%).

Mientras, entre los hábitos menos extendidos entre las pymes aparecen otros como no disponer de un sistema de gestión energética (88%), no haber participado en ningún programa o subvención de eficiencia energética eficiencia energética (87%), no haber contratado ninguna auditoría energética en los últimos tres años (91%), no fijar la temperatura ambiente entre los 15 o 21 grados en verano (73%) o carecer de un sistema de gestión centralizada de la iluminación (72%).