Con la entrada en vigor de la nueva ley de implantación empresarial el sector eólico despejó parte de las muchas dudas que acechan su futuro en Galicia. La norma prevé la posibilidad de que los nuevos parques sean tramitados como proyectos de interés especial y, por tanto, acelerar la obtención de permisos por parte de la Administración autonómica y local. Ante el peligro de perder el tren de la recuperación de las renovables por las estrictas fechas que marca el Ministerio de Energía para la potencia autorizada en sus recientes subastas, la Xunta liberalizó la actividad en la comunidad y redujo a la mitad los trámites. En esa situación están ahora mismo 18 proyectos de parques que suman 400 megavatios (MW), según adelantó ayer el presidente de la Xunta. Alberto Núñez Feijóo estimó que su futura construcción movilizará una inversión de 450 millones de euros y la creación de 6.000 puestos de trabajo durante el tiempo que duren las obras.

"Esto permitirá al sector retomar el impulso en Galicia, el más eficiente de España", defendió Feijóo, en referencia al mayor número de horas que pueden operar las instalaciones en la comunidad por la abundancia de viento. El presidente de la Xunta destacó también que, cuando se pongan en marcha los aerogeneradores -antes de que acabe 2019, como marca el Gobierno central-, las firmas titulares aportarán unos 665.000 euros en concepto de canon eólico. El impuesto sumará en total 13,3 millones.