El Ministerio de Fomento iniciará en febrero el rescate de las nueve autopistas españolas de peaje en quiebra, una operación que generará un coste de más de 1.000 millones de euros a las arcas públicas. El departamento que dirige Íñigo de la Serna no tiene aún determinada la cantidad que tendrá que pagar este mismo año a los actuales concesionarios de estas vías para compensar la inversión que realizaron en su construcción, la denominada responsabilidad patrimonial de la Administración (RPA) No obstante, reconoce que será superior al máximo de 1.000 millones que espera ganar con la posterior readjudicación de las autopistas a empresas privadas a través de un concurso público, según informaron fuentes de Fomento.

La diferencia entre las dos cantidades será el impacto que el rescate de las autopistas fallidas tendrá en el déficit público. "El impacto en el déficit es indiscutible", asumen dichas fuentes. Pese a ello, descartan que afecte a los planes de estabilidad o al protocolo de déficit excesivo.