La gestora de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG) -formada por los cuatro responsables provinciales- prevé reunirse esta semana para abordar la crisis que ha generado la dimisión de su presidente, Antón Arias, y que es la tercera en algo más de dos años.

Tras la salida de Arias, hecha pública el jueves, los estatutos de la patronal prevén que la junta de vicepresidentes se encargue de la gestión de la institución, como ya lo hizo tras la marcha de José Manuel Fernández Alvariño y después del abandono de Antonio Dieter Moure.

"En caso de vacante, ausencia o enfermedad del presidente, le sustituirá la junta de vicepresidentes, a cuyo frente estará el vicepresidente que durante más años haya desempeñado el cargo de presidente en una de las cuatro confederaciones provinciales", recogen los estatutos de la CEG. Esa persona es Antonio Fontenla, representante de los empresarios coruñeses.