CaixaBank obtuvo en el ejercicio de 2017 un beneficio atribuido de 1.684 millones de euros, lo que representa un aumento del 60,9% respecto a 2016 y el mejor resultado de toda su historia. Su negocio en España aportó 1.508 millones de beneficio, un 44,1% más, mientras que el banco luso BPI -integrado desde febrero- contribuyó a sus resultados con 176 millones.

En la presentación de resultados en la nueva sede del banco en Valencia, el presidente de la entidad, Jordi Gual, hizo una valoración global y subrayó que CaixaBank siguió ganando cuota de mercado y registró un beneficio récord pese a un contexto aún con tipos de interés en mínimos históricos y "teniendo que hacer frente a circunstancias complejas", en una referencia velada a la situación política en la que se encuentra Cataluña.

El presidente de CaixaBank lanzó un mensaje de optimismo de cara a 2018 que, recordó, es el último año del plan estratégico iniciado en 2015 y confió en que la entidad alcanzará los objetivos marcados. En este sentido, la rentabilidad del grupo CaixaBank mejora 280 puntos básicos y se sitúa en el 8,4% -cerca del rango objetivo fijado en su plan estratégico de entre el 9% y el 11%-.

La ratio de mora del grupo descendió nueve décimas, hasta el 6%, y la ratio de cobertura de la cartera dudosa mejoró hasta el 50% (47% a cierre de 2016); los saldos dudosos del grupo descendieron hasta los 14.305 millones en el grupo.

CaixaBank sigue como primera entidad en España con el 26,7% de cuota de penetración (tras ganar un punto en el último año) y con la primera posición en nóminas domiciliadas, con una cuota del 26,3%; en fondos de inversión, con el 16,7%; planes de pensiones, con el 23,5%; y seguros de ahorro, con el 26,4%.