La Junta Única de Resolución (JUR) desveló ayer los informes que precipitaron la intervención, resolución y venta -por un euro al Santander- de Banco PopularresoluciónSantanderBanco Popular. Lo hizo a medias, sin desvelar la información más relevante: a cuánto ascendió la liquidez de emergencia que pidió la entidad al Banco Central Europeo (BCE), cuánto dinero habrían recuperado los acreedores en caso de concurso ordinario y cuántos depósitos perdió en los últimos días. Lo ha impedido el propio eurobanco a pesar de que el estudio de Deloitte asegura que la entidad no era "insolvente" 48 horas antes de ser intervenida; lo fue cuando la histeria colectiva -de empresas, particulares y organismos públicos- atacó sus cuentas en forma de retirada de depósitos. Lo que sí se ha salvado de la tijera del BCE es la losa inmobiliaria de la entidad: 80.494 propiedades ( real estate owned, REO) en toda España; 6.081 entre las provincias de A Coruña y Pontevedra.

Según el mismo documento, confidencial hasta ayer, en A Coruña Banco Popular sumaba 3.009 inmuebles, tanto de promoción como adjudicados, y otros 3.072 en Pontevedra. "La exposición del banco al mercado inmobiliario es significativa en aquellas áreas donde más impactó la burbuja, posiblemente por el trabajo de las oficinas de Banco Pastor", indica el estudio. No fue el caso de Galicia, pero la huella de esta marca centenaria sitúa a la comunidad entre las de mayor peso del ladrillo para el banco. El valor neto en libros de los inmuebles gallegos alcanzaba entonces los 706 millones de euros. El valor bruto en libros de estos activos en España superaba los 15.500 millones; el neto, de 9.500.

"La valoración provisional no indica que, en la fecha de la valoración, el banco sea insolvente. En particular, la autoridad de resolución no tiene indicación para considerar que el Grupo Banco Popular infringe los requisitos de capital", señala la JUR en la documentación revelada ayer. En las conclusiones de este documento, la institución comunitaria subraya, sin embargo, que la solvencia de la entidad estaba en aquellos días "bajo condiciones de estrés" y que los mercados estaban descontando un déficit en la cobertura de préstamos fallidos, así como la implantación de futura regulación; dos factores que estaban afectando a la posición de liquidez" del Popular.

Finalmente, la JUR apunta que fue precisamente la posición de liquidez y las condiciones de financiación del banco las causas que desembocaron en que el Mecanismo de Supervisión del BCE declarase que la entidad era inviable o existía probabilidad de que lo fuese.