- El envejecimiento poblacional complica la sostenibilidad del sistema de pensiones. ¿Cómo puede Galicia afrontar este reto en el futuro?

-La suerte que tenemos es que el sistema de pensiones es único para el Estado. Si esa competencia fuese asumida por la comunidad, con ingresos y gastos, sería un suicidio porque nos faltaría el equivalente a todo el dinero que se destina a Sanidad para cubrir lo que cuestan las pensiones en Galicia. En el conjunto de España las pensiones son un problema. Los políticos son conscientes y han abierto una caja de Pandora que es la Comisión del Pacto de Toledo , pero no le ponen el cascabel al gato.

- ¿Hay que reformar el sistema?

-El problema del sistema público de pensiones es de tal calado que en el horizonte de 15-20 años vamos a tener que tomar muchas medidas, por el lado del ingreso y del gasto. Lo que no se le está diciendo al ciudadano es que tenemos un sistema pensiones mucho más generoso que el de los países de nuestro entorno y va a ser difícil que lo podamos mantener. La pensión en España supone el 80% del último sueldo, mientras en la OCDE está en el 50%. Hay que hacer una reforma y ser francos. No podemos estar a la chita callando quitando poder adquisitivo. Habrá que decírselo a la gente para que pueda planificar su futuro financiero.

- ¿Con planes de pensiones privados?

-No necesariamente. Puede ser una segunda residencia o algún ahorro por otras vías, pero tengo que saber que voy a tener que arrimar algo al sistema público, como en los países de nuestro entorno. Es verdad que con sueldos bajos es difícil ahorrar, pero al menos tenemos que tomar conciencia.