Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.121 millones de euros en 2017, lo que supone un incremento del 22% en relación con el alcanzado un año antes. En un escenario de precios bajos de las materias primas, la compañía, apoyada en las fortalezas de sus negocios y sus planes de eficiencia, alcanzó el mayor resultado neto de los últimos seis años. El modelo de negocio integrado de Repsol facilitó que la compañía afrontase de "manera satisfactoria" la coyuntura y aprovechase la leve recuperación de los precios del crudo y del gas a partir de junio.

La petrolera destacó ayer, en la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que la gestión con foco en la creación de valor y la flexibilidad y diversificación que proporciona la integración de los negocios impulsaron el beneficio neto ajustado, que creció un 25%, hasta los 2.405 millones de euros, frente a los 1.922 millones de 2016, también el más alto en seis años.