La idea esbozada por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, de una bonificación fiscal para las personas de edad avanzada consistirá en una ayuda a través del IRPF (bajo la modalidad de "impuesto negativo") que recibirían todos los mayores de 80 años, estén o no obligados a tributar y a hacer la declaración de la renta, según el diseño en el que trabaja el Gobierno. Un cheque fiscal de esas características podría beneficiar en teoría a los alrededor de 237.000 gallegos que superan la barrera de los 80 años.

La movilización en la calle de los pensionistas por la escuálida subida de sus nóminas (0,25% por quinto año consecutivo) y el desgaste político que está sufriendo el Gobierno del PP, cuya base electoral está formada en una proporción relevante por jubilados, ha provocado una reacción en el equipo de Mariano Rajoy que por ahora se puede sintetizar así: mantener en principio la negativa a recuperar la actualización de las pensiones de acuerdo con el IPC, ofrecer alternativamente un subsidio o cheque fiscal para las personas de edad más avanzada y llevar el debate de las pensiones al Congreso, donde, presumiblemente, Rajoy concretará esa u otras medidas en respuesta a la espiral de protestas.

La fórmula del "impuesto negativo" ya es utilizada para ayudar con 100 euros al mes a las madres trabajadoras con hijos menores de tres años y a las familias numerosas o a las que tienen a cargo ascendientes o descendientes discapacitados. El dinero se recibe a través del IRPF con independencia de que el beneficiario esté obligado o no por su nivel de ingresos a pagar el tributo y a hacer la declaración de la renta. Fuentes de Hacienda explicaron que el cheque fiscal, por una cuantía aún sin definir, se entregaría, en principio, a personas que superen los 80 años, si bien el límite concreto de edad está también por determinar. Si el listón se pone en esa edad, los potenciales beneficiarios gallegos rondarían los 237.000, según los últimos datos (de julio del año pasado) de población por edades publicadas por el Instituto Nacional de Estadística. Si Hacienda sube hasta los 85 años, los asturianos concernidos serían menos de 119.000.

Sindicatos, partidos de la izquierda y asociaciones de jubilados tacharon estos días de "cortina de humo" los anuncios de Montoro sobre el cheque fiscal e insistieron en demandar que se preserve el poder adquisitivo de las pensiones, subiéndolas de acuerdo con la evolución de la inflación.

Montoro, sin embargo, censuró la "visión anticuada" de los partidos que defienden actualizar las pensiones con el IPC, de forma que la cuantía de las mismas para 2018 se eleve un 1,6%. "Con el IPC no vamos a ningún lado porque lo importante que tenemos en España es el crecimiento económico y no seguir pensando como antes de ese crecimiento económico", defendió el titular de Hacienda, para quien "es una visión anticuada la que están poniendo sobre la mesa" partidos como el PSOE, Unidos Podemos, PNV, ERC y PDeCAT.

Críticas de la oposición

El PSOE replicó que el IPC "no está nada anticuado" y su subida supone una "realidad dolorosa" para muchos pensionistas a los que les cuesta llegar a final de mes, según dijo la dirigente socialista Carmen Calvo. Pablo Iglesias, líder de Podemos, calificó como "vergonzoso y humillante para la democracia" lo dicho por Montoro.

Ciudadanos dijo estar "abierto" a apoyar una revalorización de las pensiones conforme a la inflación, si bien condiciona esta medida a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.