Uno de los secretos mejor guardados de Inditex en los últimos años era el peso de la venta online en su facturación. Ayer desveló esa incógnita. Las operaciones a través de internet aportaron ya el año pasado el 10% de sus ingresos, más de 2.500 millones de los 25.336 millones que la multinacional textil coruñesa tuvo de cifra de negocios en 2017. Además, su crecimiento es muy importante, del 41% respecto a un año antes (cuando esta parte del negocio aportó 1.780 millones), fruto de la apuesta de la compañía por el e-commerce en los últimos ejercicios. De hecho, el presidente de Inditex, Pablo Isla, destacó durante la presentación de los resultados del año pasado que el grupo estuvo trabajando desde 2012 para preparar la compañía para el futuro -en el que se preveía un importante crecimiento del comercio electrónico- con iniciativas como el enfoque integrado de tiendas físicas y online, la implantación del sistema de identificación de prendas por radiofrecuencia (RFID, que agiliza la gestión del stock de productos) y un plan "ambicioso" de optimización de su superficie comercial. "Fruto de ese trabajo estamos preparados para afrontar el futuro con éxito en el nuevo entorno en el que nos encontramos", sentenció el máximo ejecutivo del grupo fundado por Amancio Ortega.

Los 25.336 millones facturados por Inditex el año pasado -su ejercicio fiscal va del 1 de febrero de 2017 al 31 de enero de 2018- suponen un incremento del 9% respecto a 2016 (cuando superó los 23.310 millones) y del 10% a tipos de cambio constantes. De hecho, Isla, que calificó el 2017 como un ejercicio "satisfactorio", matizó que la actividad de la textil estuvo muy condicionada por dos factores externos: "La tremenda volatilidad de las divisas y un otoño anormalmente cálido, en el que se marcaron récords históricos". Pese a ello, hubo crecimiento de las ventas en superficie comparable en todas las cadenas del grupo y en todas las áreas geográficas en las que está presente. Mientras, la facturación en España subió un 4% en superficie comparable y un 25% en los últimos cuatro años, por lo que Isla defendió que el mercado doméstico sigue "con crecimientos saludables".

Mientras, los beneficios del gigante de Arteixo aumentaron un 7%, al pasar de los 3.157 millones de 2016 a los 3.368 del año pasado. Unos resultados que, destacó el presidente de Inditex, implican un crecimiento "sostenido" desde 2012, con un repunte de las ventas del 36% en superficie comparable.

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El comercio electrónico también va a más y supone ya ese 10% de las ventas totales, un porcentaje que sube al 12% en aquellos países (son ya 49) en los que la textil coruñesa tiene tienda online. Isla destacó que el comercio electrónico contribuye "de manera significativa" al crecimiento de la compañía y reveló que la vocación del grupo es "tener presencia online en todos los mercados en los que opera", actualmente 96.

Pese a que el crecimiento del comercio electrónico es muy superior al de las tiendas físicas, la compañía fundada por Amancio Ortega sigue con su plan de apertura de nuevos establecimientos y de entrada en más mercados. El año pasado Inditex abrió 524 tiendas nuevas en 58 países, aunque las aperturas netas se reducen a 186 porque esas inauguraciones de establecimientos más grandes supusieron la absorción de 341 unidades más pequeñas. De esta forma, la multinacional textil coruñesa cerró el ejercicio 2017 con 7.475 tiendas y entró en un nuevo mercado, Bielorrusia.

En cuanto al empleo, Inditex incorporó el año pasado más de 9.000 profesionales a su plantilla en todo el mundo, que ya supera los 171.800 empleados. De ellos, unos 50.500 corresponden a España, donde el grupo creó 1.900 puestos de trabajo.