Los intereses de la deuda pública, que supone el 9% del gasto estatal, se mantendrán en los 31.547 millones (el 1,9% menos) pese a que el endeudamiento del Estado sigue al alza y está en niveles sin precedentes: 1,184 billones de euros. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro aludió a la recuperación de la credibilidad de España como garante de que los intereses no se hayan desmandado aún más pese a que el endeudamiento está -admitió- en cifras récord, y lo argumentó con la mejora del rating. Pero esta calificación crediticia de España sigue siendo peor que al final del mandato de Zapatero. Por lo tanto, las causas son dos: que la economía crece y que el BCE está comprando deuda de los estados a gran escala.

La reducción de las tasas universitarias y la bajada del tipo del IVA a las salas de cine (el PP lo había subido al 21% y ahora lo baja al 10% tras numerosas protestas del sector) son otras concesiones, junto con 500 millones de ayuda complementaria al Sistema Nacional de Garantía Juvenil y un aumento del 3,9% en las políticas activas de empleo.

El aumento del gasto militar en el 6,9% (hasta los 8.086 millones) es una de las decisiones más polémicas. El ministro Montoro lo justificó como un gasto necesario. Detrás de esta medida está la exigencia del presidente de EEUU, Donald Trump, de que los países aliados contribuyan con más dinero a la OTAN y también la creciente convicción de la UE de que debe reforzar más su sistema militar para depender menos de un imprevisible y errático Donald Trump. El Gobierno mejorará sus salarios el 1,5% (Rajoy pasará a ganar 80.953 euros al año) y la dotación económica para la Casa Real se incrementa el 0,9% y alcanzará los ocho millones de euros anuales. El gasto en sanidad se incrementa el 3,9%; el de educación, el 3%; el de cultura, el 4,4%; el de turismo, el 5,1% y el de I+D+i e infraestructuras, el 8,3%. Para luchar contra la violencia de género se asignan 80 millones más.