El Gobierno prevé recurrir nuevamente este año al Fondo de Reserva de la Seguridad Social para cubrir el déficit del sistema público de pensiones, una medida que, al igual que en 2017, se complementará con préstamos del Estado al ente dependiente del Ministerio de Empleo para poder abonar las pagas de los jubilados. El proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2018 incluye la salida de otros 3.826 millones de euros de la conocida como hucha de las pensiones para hacer frente a las insuficiente financiación del sistema y a los gastos de su gestión, con lo que el fondo pasará de los 8.095 millones con los que contaba a cierre de 2017 a menos de 4.300 millones cuando finalice el presente ejercicio.

La estrategia del Gobierno para paliar el déficit de la Seguridad Social este año se completa con un préstamo de 15.164 millones del Estado al sistema público de prestaciones, una cuantía un 49% superior a la inyectada el año pasado.

El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, insistió ayer, sin embargo, en que la Seguridad Social "no está quebrada" e instó a "no magnificar su déficit" y no considerarla de manera aislada, pues se trata "de un departamento de la Administración Pública". "La Seguridad Social es una parte de la Administración y no se puede mirar como si tuviera un régimen propio. Está asegurada por el Estado, como lo ha estado siempre, antes y después de la crisis", subrayó Montoro en la rueda de prensa de presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2018.

El ministro sostuvo que es un "error" determinar que la Seguridad Social está o no en riesgo en función de las cotizaciones que ingresa y aseguró a quienes no confían en el sistema, especialmente a los menores de 40 años, que cobrarán una pensión cuando se jubilen.

"Tenemos un problema con el sistema, pero peor problema era cuando teníamos un déficit público del 9%. Somos una Administración y una parte de ella es la Seguridad Social y su futuro no depende sólo de las cotizaciones. Es un error verlo así", sentenció el ministro.

Montoro también pidió que "no se hagan batallas políticas con las pensiones" e indicó que, en el marco del Pacto de Toledo, habrá que afrontar una nueva reforma, "pero quitándole el dramatismo actual". En este sentido, y en referencia al Fondo de Reserva, el ministro ha señalado que este Fondo "no es una hucha", sino un "apunte contable".

Mientras, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, defendió que el Gobierno presenta los Presupuestos Generales del Estado para este año con la intención de que sean aprobados y apuntó que a ello es a lo que va a dedicar "todos los esfuerzos".

Este proyecto de presupuestos, según Burgos, presenta elementos de extraordinario valor no solo para los ciudadanos, sino para el propio impulso del crecimiento económico y la creación de empleo por lo que "hay que apostar porque sean aprobados". Preguntado por cómo va a subir el Ejecutivo las pensionespensiones si no se consiguen sacar adelante las cuentas públicas, el secretario de Estado pidió "esperar" a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. "Los presupuestos se presentan para ser aprobados", apostilló. Sin embargo, respecto a subir las pensiones mediante real decreto si no hay presupuestos, Burgos señaló que "evidentemente" estas herramientas se pueden utilizar si así lo aconsejan las circunstancias y cumpliendo con una serie de características.

En cuanto a las distintas opciones para mejorar las cuentas de la Seguridad Social, la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Loterías propuso ayer que los beneficios de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas se destinen a la hucha de las pensiones. "Según los datos de 2016, los beneficios superan los 1.500 millones, cantidad a la que se suma los 640 millones destinados a impuestos", argumentó la asociación.