El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, aseguró ayer que la economía española puede "perfectamente" rozar el 3% de crecimiento este año, al apoyarse en el aumento de la ocupación y en la reducción del desempleo, además de en la corrección de desequilibrios, en el saneamiento de las cuentas públicas y en el desapalancamiento de familias y empresas.

Entre el resto de los factores que explican la prolongación del crecimiento del PIB en torno al 3% para este año, Escotet puso de relieve las sucesivas reformas que han reducido los costes laborales e impulsaron la productividad un 14,7% y la competitividad en el mercado exterior, que se refleja en los récords de exportaciones.

Escotet también hizo mención a los deberes a los que tiene que hacer frente la economía española, como la baja inversión en I+D, que en España solo supone el 1,19% del PIB, frente al más del 2% de media en la UE, por lo que urgió a elevar las partidas presupuestarias destinadas a la innovación para seguir atrayendo inversión extranjera. Además, en alusión a Cataluña, abogó por la estabilidad en las instituciones. "Es clave que exista una profunda estabilidad política en un país que aspira a ser receptor de inversiones", recalcó el presidente de Abanca.

El otro reto al que, a juicio de Escotet, se enfrenta la economía española y, en especial, la gallega, es el demográfico y apostó por la llegada de población extranjera para afrontarlo. "Es importante rejuvenecer la población, quizá favoreciendo la inmigración selectiva o, como se hizo en el pasado, tratando de incorporar emigración latinoamericana", recalcó. Sobre el resto del mundo, el presidente de Abanca calificó la globalización como un "proceso imparable".