Manuel Garabato nació en la España del hambre. Se considera "hijo de la miseria y de la huida" y como muchos otros niños a principios de los 50 dejó Galicia rumbo a Sudamérica. El pasaje de vuelta lo tomó 30 años después, cuando cambiaron las tornas y tuvo que escapar de Argentina. Así se pasó la vida trabajando en la construcción como instalador, media a cada lado del charco. A punto de cumplir los 76 solo pide lo suficiente para comer, no pasar frío y tener un mínimo de dignidad. Para él y para todos sus compañeros. La suya es una de las muchas historias de quienes comparten la lucha por las condiciones dignas para los mayores que ha revolucionado el país desde principios de este año. El Movemento Galego pola Defensa das Pensións (Modepen), del que Garabato ejerce de portavoz, avisa de que la movilización no ha hecho más que empezar.

- ¿Le puedo preguntar cuánto le subió a usted la pensión este año con el 0,25%?

-Un euro con veinticinco. Una vergüenza. Mi pensión es de 640 euros y en determinados momentos sirvió para alimentar a seis personas, durante la crisis. Ahora, somos tres comiendo de eso.

- La reforma de 2013 desvinculó las pensiones del IPC. Es el quinto año que suben un 0,25%. ¿Por qué ahora la reacción?

-Es que cada vez esto se pone peor. Es como una olla que va cogiendo presión poco a poco. Estamos escuchando que la economía mejora, que se está acabando la corrupción? pero vemos que cada vez los sueldos alcanzan menos y que la jubilación es más pequeña. Llevamos ya mucho tiempo hablando entre grupos de todo el Estado y Modepen decidió pasar a la acción formando un grupo de personas a las que se sumaron muchas otras. Pasamos de las lamentaciones a pelear por lo que queremos.

- ¿En qué momento surge Modepen?

-En el momento en que, con esto que estaba pasando, un grupo de mayores decimos: ¿por qué no dejamos de lamentarnos y empezamos a reclamar lo que mínimamente nos corresponde y hablamos de Justicia en vez de hablar de leyes? Modepen nació en agosto de 2016.

- Sin embargo no salió prácticamente a la luz pública hasta este año.

-Claro, porque todo requiere un proceso. Fuimos organizándonos poco a poco en la zona de A Coruña. Movilizar a personas mayores no es nada fácil, pero empezamos a movernos porque sentimos una gran necesidad. Vemos que nos mienten, nos roban y cada vez nuestras pensiones van a menos. Lo que nos sorprendió inclusive a nosotros es que inmediatamente se sumó mucha gente. También jóvenes.

- ¿Diría que están luchando por ustedes o por sus nietos?

-Por nosotros y por los nietos. Por los que van a jubilarse próximamente y los que van a tardar, si es que llegan.

- Sus protestas ponen el foco en la "mísera" subida del 0,25%. ¿Qué es más importante: volver a ligar la revalorización de las pensiones al IPC o la sostenibilidad del sistema a largo plazo?

-Regular las pensiones con el IPC me parece básico, pero queremos más. Las pensiones se pueden llevar a un nivel casi digno de vida. Ya no digo bueno. No pedimos poder ir un mes de vacaciones sino cubrir unas necesidades diarias, calentarnos y abrigarnos lo necesario. Todo lo que pedimos está al alcance de a mano. Las cifras son horrorosas. Ellos [el Gobierno] dicen que no hay dinero y que harían falta 1.600 millones para dar satisfacción al aumento de las pensiones que se requiere. Pero luego vemos: caso Castor, 1.350 millones de euros; OTAN, 2.700 millones; rescate de autopistas, 5.700 millones. Solo estos sumarían más de 9.000 millones que servirían para pagar el aumento de las pensiones según el IPC durante seis años.

- Muchas personas simpatizan con su reivindicación. Por otro lado están los análisis de los economistas que evidencian que con el envejecimiento y la precariedad actuales cada vez habrá más pensionistas, con más esperanza de vida, y menos trabajadores, que además aportan cotizaciones menores porque tienen sueldos bajos. ¿Cómo hacer que den las cuentas?

-Hay un razonamiento muy simple. Si tenemos mayor capacidad para producir bienes de consumo y cada vez tenemos menos acceso a cualquier bien, algo está fallando. El hecho de que haya más jubilados en el futuro no es óbice para que estos padezcan necesidad. Resulta que cada vez se extiende más la miseria. Es inaudito. Hay recursos para todos, la cuestión es de reparto.

- Los jubilados gallegos cobran las segundas pensiones más bajas del Estado y el 39% está por debajo del umbral de la pobreza -menos de 684 euros al mes-. ¿Conocen de cerca estas realidades en Modepen?

-Sí. Conocemos muchos casos. En A Coruña el 29% de las familias tienen una pensión como principal fuente de ingresos. Las mujeres además son las que más padecen esta situación, con pensiones de limosna. Es vergonzoso. Nos vemos cada día más restringidos para cubrir las necesidades mínimas.

- Quienes se jubilen de 2019 en adelante cobrarán algo menos con la entrada en vigor del llamado factor de sostenibilidad, que modula la pensión en función de la esperanza de vida. ¿Cree que las leyes lo ponen cada vez peor para los pensionistas?

-Sí. Es notorio. Casi cada día notamos la diferencia. No sabemos lo que va a pasar en el futuro, pero no esperamos una respuesta mínimamente honrada de los que nos están gobernando. Nos van a poner todas las zancadillas posibles y al final lo que ellos prometen, que parece una barbaridad, se va a quedar en nada.

- Se refiere a la subida de entre el 1% y el 3% para las pensiones más bajas y de viudedad que incluyen los presupuestos que tramita el Gobierno de Rajoy. Es una muestra de que ustedes ya han conseguido algo con sus movilizaciones. ¿Qué les parece?

-Pensamos que van a ser medidas insuficientes y que no se van a llevar a cabo tal y como están manifestando. Estamos hartos de mentiras todos los días. La subida de las pensiones de Rajoy es una limosna que va a llegar solo unos pocos.

- También hay propuestas desde la oposición, como la de Pedro Sánchez sobre crear un impuesto a la banca para dar más holgura financiera a las pensiones. ¿Qué opinan de esto?

-Nos parece una buena idea, pero que se haga. Dudamos mucho de la cúpula política, sea el partido que sea. Lo creeremos cuando lo veamos. Nos engañan a diario, sobre todo los del bipartidismo. Pero hay votantes de esos dos grandes partidos que se han sumado a Modepen.

- Se dice que los que se manifiestan ahora por las pensiones son los mismos que protestaban en mayo del 68. ¿Dónde estaban ustedes hace 50 años?

-En mi caso y el de muchos más estábamos por el mundo desparramados. Mis padres me llevaron de aquí en el 51 huyendo de la miseria y en el 81 tuve que volver de Argentina con mis hijos por la misma razón. Yo recuerdo muy vagamente aquella época del 68. Era la época mía de fin de carrera y había una sensación de esperanza. En cuanto a movilizarse, esto va camino de aquello pero creo que son cosas muy distintas. El mayo del 68 fue un tema de Francia y esto creo que es más amplio.

- ¿Y ahora hay esperanza entre ustedes los jubilados?

-Sí, porque en el año y ocho meses de vida que tiene Modepen ha crecido una barbaridad. Estamos sorprendidos de la solidaridad que tenemos de todos los sindicatos, de muchas plataformas sociales y de algunos partidos.

- ¿Están abiertos a la contribución de los partidos políticos a su reivindicación o prefieren que se mantengan al margen?

-En Modepen no pertenecemos a ningún partido. Nuestra única bandera es reivindicar las pensiones. Al menos en A Coruña está funcionando bien. En las protestas llevamos nuestra pancarta y los políticos que lo apoyan van sin banderas. Nos alegra mucho y hemos logrado 9.000 personas en la última concentración en el Obelisco. Es un triunfo enorme.

- ¿Cómo se organizan en el día a día?

-Por lo general nos reunimos en bares en pequeños grupos. También hay locales que nos permiten juntarnos hasta 50 personas. Algunos nos comunicamos por Telegram, otros por correo y casi la mitad de los 200 y pico inscritos que tenemos ahora, por teléfono porque no tienen internet. También nos vemos en asociaciones vecinales y centros cívicos. Cualquiera que esté interesado no tiene más que contactar y unirse. En la asamblea de este mes vamos a establecer una cuota de un euro mensual, solo para el que pueda pagarlo. Algunos no pueden.

- ¿Van a seguir en las calles?

-Sin duda. No creemos en la palabra de los dirigentes políticos que llevan 40 años mintiendo y robando. El lunes 16 a las ocho de la tarde tendremos una manifestación que saldrá desde el Obelisco.