El fabricante estadounidense de aluminio Alcoa, con plantas en Galicia -en A Coruña y San Cibrao (Lugo)- y Asturias (Avilés), obtuvo un beneficio neto atribuido de 225 millones de dólares (182 millones de euros) en el primer trimestre del año, lo que representa una mejora del 50% en relación con el resultado del mismo periodo de 2017, según informó ayer la empresa, que revisó al alza sus previsiones anuales ante la reciente evolución de las condiciones del mercado, que registrará un déficit en 2018.

Las ventas de Alcoa hasta marzo alcanzaron los 2.655 millones de dólares (2.147 millones de euros), un 14% menos que un año antes, y sus costes cayeron un 16,5%, hasta 2.237 millones de dólares (1.809 millones de euros).

"Los resultados de nuestro primer trimestre apuntan a un buen comienzo de año, permitiéndonos realizar progresos en nuestras prioridades estratégicas para reducir la complejidad de la empresa, impulsar la rentabilidad y reforzar el balance", declaró el presidente y consejero delegado de Alcoa, Roy Harvey.