El informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) sobre la orden que modifica algunos aspectos de la asignación de las primas eléctricas por suspender o reducir el consumo de energía cuando el sistema no logra atender la demanda entre la gran industria carga también contra el modo de celebración de la propia subasta. El organismo presidido por José María Marín Quemada denuncia que el modelo actual (presencial de varios días) "presenta un coste de organización elevado (entre 504.000 y 660.000 euros)", una cifra que se multiplica cada vez que se repite el proceso de puja, como es el caso de la asignación del conocido como servicio de interrumpibilidad de este año, con dos periodos de entrega: del 1 de enero al 31 de mayo y del 1 de junio al 31 de diciembre.

"La CNMC ya ha venido reiterando en sucesivos informes la conveniencia de revisar el diseño actual de las subastas, dada la complejidad del procedimiento y dado que su coste es muy superior al de otras subastas eléctricas y gasistas celebradas en España", reza el documento. Por ello, el superregulador reclamar un mecanismo "sencillo, previsible y cuyo coste de organización sea más económico". Los gastos de la celebración de la puja corren a cargo de las firmas adjudicatarias desde el año pasado.