A 31 de diciembre del pasado 2017, el número de empleados en Abanca ascendía a 4.615. Son 141 trabajadores más que un año antes, principalmente por las incorporaciones de la financiera del Popular que la entidad gallega compró en el mes de septiembre. Hay 2.323 mujeres y 2.292 hombres, aunque en la alta dirección ellos son mayoría: 12 de los 13 puestos. También en la escala de directivos y técnicos: 1.710 hombres y 1.383 mujeres. Mientras que en personal administrativo y comercial las mujeres ocupan 919 puestos y los hombres están en 501. El número de trabajadores con algún tipo de discapacidad superior al 33% sube de 42 a 50, según apunta Abanca en su Informe Anual.

La red está formada por 627 oficinas. En el último ejercicio, Abanca echó el cierre a 28 sucursales. La mayoría de ellas en Galicia, donde se clausuraron, como reflejan los datos de la entidad, 26. Quedan en la comunidad 504. En el resto de España son 123, dos menos que hace un año. Hay cinco operativas y ocho de representación en el extranjero.

Aumentan los cajeros disponibles hasta un total de 1.066. Aunque el incremento más fuerte está en el negocio de los terminales de puntos de venta (TPV), que es uno de los segmentos en los que la entidad tiene el ojo puesto: alcanzan los 40.389, que son casi 3.300 más que un año antes. Los 2,1 millones de clientes reúnen 1,5 millones de tarjetas. En 2016 eran 1,41 millones.