El Parlamento volvió a rechazar ayer, con los votos en contra del PP gallego y pese al respaldo de toda la oposición, la toma en consideración de una proposición de ley del BNG para crear una tarifa eléctrica gallega. La propuesta fue presentada por la portavoz nacional del partido, Ana Pontón, que defendió una tarifa propia que sirva para abaratar el recibo a familias y empresas, para impulsar la eficiencia energética apostando por las renovables y para combatir la "rampante" pobreza energética en Galicia.

La dirigente nacionalista criticó que la comunidad cuente con "una de las facturas más caras de toda Europa" pese a ser excedentaria en la producción y consideró ilógico que esta riqueza no permanezca en Galicia, sino que vaya destinada a engrosar las cuentas de las multinacionales que rigen el sector a modo de oligopolio. "Es una decisión que establece el propio Gobierno del Estado", insistió Pontón, que señaló además que muchos países del entorno de España cuentan con "tarifas eléctricas diferentes en función del territorio".

La iniciativa, sin embargo, fue rechazada por el PP de Galicia al considerar -en palabras de la diputada Marta Nóvoa- que estaba cargada de "demagogia" y de "insolidaridad", además de rayar, defendió, la inconstitucionalidad.