Los pensionistas gallegos han vuelto a manifestarse en plazas de Galicia para lanzar el mensaje de que continuarán con las movilizaciones para pedir unas "pensiones dignas", ya que creen que el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el PNV para subir las prestaciones será "un espejismo" y no supondrá la "consolidación" de las mejoras que reclaman.

Diez localidades de la geografía gallega -A Coruña, Vigo, Santiago, Ourense, Lugo, Pontevedra, Ferrol, Ribadeo (Lugo), Noia y A Pobra do Caramiñal (A Coruña)- han albergado en la mañana de este sábado concentraciones convocadas por el Movemento Galego en Defensa das Pensións Públicas (Modepen).

Las movilizaciones se producen días después del pacto alcanzado entre el Ejecutivo que dirige Mariano Rajoy y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) que permitirá que los PGE sean aprobados en el Congreso. El acuerdo establece enmiendas a las cuentas que recogen una subida de las pensiones del 1,6% durante 2018 y 2019 y retrasar cuatro años, hasta 2023, la aplicación del factor de sostenibilidad.

Los pensionistas consideran que este pacto atiende "únicamente" a fines políticos para desbloquear la aprobación de los presupuestos por parte del Gobierno central y que no va tener continuidad para "consolidar" la mejora de las prestaciones que reciben.

"Seguramente sea un espejismo que durará lo que duren las necesidades de la mayoría parlamentaria", ha declarado Álvaro Blanco, miembro de Modepen, en la concentración celebrada en la plaza de Cervantes, en Santiago.

De este modo, el colectivo ha llamado a continuar con las movilizaciones porque entienden que es la única vía para "consolidar" las mejoras en el sistema de pensiones. "Estamos convencidos de que es cuestión de insistir, persistir y resistir", ha remarcado.

Así las cosas, consideran que el PP accede a subir las pensiones y a retrasar la aplicación del factor de sostenibilidad con el único objetivo de sacar adelante los presupuestos y que, por ello, las mejoras serán "inestables" y no tendrán continuidad.