Los tipos de interés en mínimos históricos tienen dos caras. Lo que para unos -los hipotecados- representa un bálsamo al aligerar la cuantía de las cuotas, para otros -los ahorradores- agudiza su desafío por encontrar productos con los que rentabilizar sus ahorros. Para poder lograr unos frutos similares a los que brindaban los depósitos hace una década, cada vez más ahorradores gallegos modifican su perfil de riesgo y dan el salto de ahorradores a inversores. La lista de partícipes gallegos en fondos de inversión se ha engrosado con 180.078 nuevas personas en los últimos cinco años, hasta elevar la cifra total en un 83,6% y alcanzar los 395.565 el año pasado (un 17% del total de los habitantes mayores de edad en la comunidad), según los datos divulgados por el Observatorio Inverco.
El verano de 2012 quedará grabado en la retina de muchos como el punto álgido de la crisis, que obligó a Bruselas a desplegar buena parte de su artillería. Desde el rescate a las cajas de ahorros en España hasta que el Banco Central Europeo rebajase los tipos de interés por debajo del 1% por primera en su historia, para, en 2016, dar otra vuelta hasta llevarlos al 0% actual. Esta situación se ha trasladado a los depósitos bancarios, que, a consecuencia de los reducidos intereses que ofrecen, sufren una fuga de dinero hacia los fondos de inversión, que ya suman 10.321 millones de euros del patrimonio de los gallegos. Es un 85,1% más que hace más que un lustro -frente al 70,9% de la media estatal- gracias, en parte, al acelerón del último año, en el que se disparó un 16,5%, casi cinco veces más que la media estatal (+11,7%). Solo Murcia (+16,6%) creció más en este apartado.
Este cambio de tendencia se materializa también en que los fondos dejan de ser una opción solo de las rentas más altas y se popularizan cada vez más entre los pequeños ahorradores. Esta variación queda clara a la vista de las cantidades medias invertidas en estos productos. La inversión media de los gallegos en fondos ronda ahora los 26.092 euros, lejos del promedio de 27.589 euros del año pasado.
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El fuerte incremento de la inversión en fondos contrasta con el estancamiento de unos depósitos bancarios que apenas aprovechan el viento favorable por la recuperación económica. Los ahorros de los gallegos en depósitos crecen seis veces menos que el canalizado a través de fondos y apenas escalan un 14,5% en los últimos cinco años, hasta los 58.228 millones de euros.
El frenazo en los depósitos se hace aún más patente en el conjunto del país, en donde apenas repunta un 3,6% en el lustro y pierde peso dentro del ahorro total. El 19,1% de los ahorros de los españoles canalizados mediante productos financieros ya se mueve en fondos de inversión, cuando en 2012 el porcentaje era del 12,5%. Los gallegos, pese al fuerte avance que ha experimentado la comunidad, aún continúan por debajo de la media del país a la hora de lanzarse a invertir en productos con cierto riesgo. El patrimonio en fondos representa el 15,1% del total en Galicia, cinco puntos porcentuales por encima, eso sí, del 9,9% que marcaba en 2012.
