No ha podido soportar la apreciación del dólar y el aumento de los tipos de interés. Argentina, una de las economías más expuestas a la divisa norteamericana, ha vuelto a pedir el rescate del Fondo Monetario Internacional (FMI). Porque el organismo que dirige ahora Christine Lagarde ya auxilió en el pasado al país sudamericano, que llegó a cerrarle las puertas -ningún directivo del Fondo pisó el país en quince años- tras las sonadas y costosas disputas con los Kirchner. Pero al nuevo mandatario, Mauricio Macri, no le ha quedado más remedio: pedirá unos 30.000 millones de dólares, según anticipaban ayer fuentes oficiales al diario Clarín, con lo que engordará su deuda hasta cerca de los 400.000 millones, por encima del 50% de su Producto Interior Bruto (PIB). La deuda pública española está en el 98,3%, aunque en la última subasta de bonos el Tesoro español la vendió a tipos del 0,3%; en Argentina pagan veinte veces más.

"Frente a esta nueva situación internacional, y de manera preventiva, he decidido iniciar conversaciones con el FMI para que nos otorgue una línea de apoyo financiero. Hace minutos hablé con Christine Lagarde, su directora. Nos confirmó que vamos a arrancar hoy mismo a trabajar en un acuerdo", anunció ayer Macri en una conversación grabada y difundida a través de su perfil de Facebook.

"Somos de los países del mundo que más necesitamos del financiamiento internacional producto del enorme gasto público que heredamos", indicó. Solo este martes el peso argentino se depreció un 40% frente al dólar, y las durísimas medidas adoptadas por su Banco Central -los tipos de interés están al 40%- no han impedido la venta masiva de deuda local. Por eso pedirá dinero al Fondo Monetario Internacional, y por eso podrá financiarse a menor coste.

A cambio de sacrificios, claro. En principio Argentina quedará sometida a lo que se conoce como stand by, con el que recibirá un importe (un rescate) a cambio de la ejecución de medidas estructurales para "salir de las crisis y volver a un crecimiento sostenible". El préstamo se devuelve normalmente en un plazo máximo de 10 años, si bien la supervisión plena de los hombres de negro de Lagarde dura en torno a 36 meses.

"Cuando un país solicita un préstamo al FMI, acuerda ajustar sus políticas económicas para superar los problemas que lo llevaron a tener que pedir financiamiento", dice la normativa del Fondo. En España el rescate de la banca (62.295 millones de euros, el doble de lo que requerirá Argentina) llevó aparejada, por ejemplo, la reforma del sistema de pensiones, que desvinculó las pagas del IPC y redujo su revaloriación al 0,25% anual.

"Les digo a todos los argentinos, en especial a toda la dirigencia, que cumpliendo con los compromisos y alejándonos de la demagogia y de la mentira, estoy convencido de que el camino que tomamos va a lograr un mejor futuro para todos", concluyó el mandatario. "Se han iniciado discusiones sobre cómo podemos trabajar juntos para fortalecer la economía argentina y se llevarán a cabo en breve", confirmó Lagarde a continuación en un escueto comunicado remitido desde Washington.

El país es uno de los aliados comerciales principales de la economía gallega, sobre todo en automoción (por el envío tanto de vehículos como de colecciones CKD, con exportaciones anuales de más de 120 millones) y pesca. En este sector la presencia es muy fuerte, con compras que superan los 265 millones, especialmente tras el boom que ha experimentado el langostino austral en los últimos años. Pescanova, Profand, Vieira o Iberconsa son las pesqueras con mayor presencia en Argentina, gran compradora además de buques de pesca fabricados por el naval gallego.