Los once ejecutivos de Banesco que fueron detenidos el pasado día 2 en Caracas continuaban ayer sin comparecer ante un juez, tras más de una semana de su privación de libertad. Los apresados en La Planta, dos de ellos de nacionalidad española, recibieron la visita del embajador de España en Venezuela, Jesús Silva, a quien transmitieron su preocupación por la lentitud del proceso y la imposibilidad de defenderse mientras tanto.

Según estas fuentes, la defensa de la cúpula de Banesco no ha tenido acceso al expediente contra los directivos, acusados de favorecer o encubrir la evasión de divisas. Con la primera entidad financiera de Venezuela intervenida por el Gobierno de Nicolás Maduro -a pocos días para las elecciones generales, el día 20- el dueño de Banesco y presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, sigue en el país para seguir en primera persona la crisis. Entretanto, el consejero Eduardo Eraña asume sus funciones en Galicia.

Tanto los detenidos -entre ellos el gallego Óscar Doval, presidente ejecutivo de Banesco- como Escotet defienden que no ha habido ningún delito y piden dar explicaciones cuanto antes ante un juez. Su situación responde a la orden de detención del fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, en el marco de la operación contra "mafias económicas" llamada Manos de Papel, que pretende "reconducir la administración del banco, saneándolo y despojándolo de actividad ilícita", según el Gobierno. Banesco insiste en que no hay razones financieras para la intervención, y menos durante 90 días, y apunta a motivaciones políticas.