Galicia tiene en el envejecimiento demográfico uno de sus grandes problemas y retos que afrontar en el futuro, lo que previsiblemente engordará aún más el ya importante déficit con el que cuenta la comunidad en materia de Seguridad Social. Sin embargo, y pese a este difícil escenario planteado de cara a las próximas décadas, en los últimos diez años -entre abril de 2008 y el mismo mes de 2018, ejercicios de crisis incluidos- el número de pensiones de jubilación en la autonomía gallega creció la mitad que en el conjunto del Estado, con lo que el gasto para las arcas públicas también repuntó en menor medida. Galicia contaba en abril de 2008 con 435.152 pensiones de jubilación y en el mismo mes del presente ejercicio rozó las 474.000, lo que supone un repunte del 9%. En esa misma década, las prestaciones abonadas por el Estado a los jubilados pasaron de ser un total de 4,9 millones a principios de 2008 a más de 5,9 millones diez años después, lo que implica un incremento del 20%, según los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Esta diferente evolución en la comunidad gallega y en el conjunto de España se explica en buena medida por una tendencia dispar en el aumento de las pensiones de jubilación en los tramos de menor edad y en los de edades más avanzadas.

En el caso de los jubilados más jóvenes, Galicia redujo su nómina de los que tienen menos de 65 años mientras que en el conjunto del Estado esa lista aumentó. La comunidad gallega pasó de sumar 24.085 pensiones de jubilación de menores de 65 años en 2008 a 23.039 en abril de este ejercicio, lo que supone un descenso del 4,3%, mientras que en España las prestaciones a profesionales retirados antes de la edad legal de jubilación pasaron de 344.086 al inicio de las dificultades económicas a 360.774 en el cuarto mes de 2018, con lo que el repunte es del 4,8%. Los datos revelan que los casos de trabajadores que se prejubilaron o que optaron por la jubilación anticipada fueron mucho más numerosos en el conjunto del Estado que en la comunidad gallega.

En el lado contrario, la nómina de pensiones de jubilación para beneficiarios que superan los 80 años aumenta tanto en el caso gallego como en el español -fruto de la mayor esperanza de vida-, pero en mayor medida en el segundo. La Seguridad Social pasó de abonar 1.277.696 prestaciones de jubilación en abril de 2008 a casi 1.685.000 en el cuarto mes de este año, lo que supone una subida del 32%. Mientras, en Galicia el repunte fue más leve, del 19%, al pasar en una década de contabilizarse casi 134.000 prestaciones de jubilación de mayores de 80 años a superarse las 159.000, con lo que son 25.000 más.

Fruto de este menor incremento de las pensiones de jubilación en Galicia, el repunte del desembolso que debe realizar el Estado en la comunidad también es inferior al registrado en el conjunto de España, pero en ambos casos son incrementos importantes, lo que demuestra la necesidad de lograr alternativas de financiación para garantizar la sostenibilidad del sistema.

La Seguridad Social pasó de gastar 3.989 millones de euros al mes en pensiones de jubilación en 2008 a superar los 6.377 millones este año, lo que supone un alza del 60%, muy superior al incremento del 47,6% registrado en Galicia. La comunidad pasó de un gasto mensual de 289,3 millones al inicio de la crisis a superar los 427 millones en 2018.

La evolución en el conjunto de prestaciones (contando las de incapacidad permanente, viudedad, orfandad o a favor de familiares) es muy parecida, con incrementos superiores en el caso de España respecto a GaliciaGalicia. La comunidad registró un alza en el número total de prestaciones del 7,8% (pasó de 706.000 a 761.000) mientras que el conjunto de la Seguridad Social lo elevó un 14,7%, de 8.359.184 pagas en 2008 a 9.592.024 en el presente ejercicio. El desembolso derivado de este incremento en el número de prestaciones también crece en mayor medida en España que en la autonomía gallega. El sistema público de pensiones pasó en diez años de tener un gasto mensual en Galicia de casi 423 millones a superar los 601 (+42,3%), mientras que en el conjunto de la Seguridad Social el gasto subió desde los 5.992 millones al mes de 2008 a los 8.965 millones actuales, lo que supone un incremento cercano al 50%.