La recuperación económica está permitiendo reducir la cifra de parados en Galicia, pero a costa de empleos cada vez más precarios. Así lo constata un informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). La prueba es que más de 127.000 gallegos están al borde de la pobreza pese a tener un trabajopobreza, una cifra que ha crecido un 23% en el último año. Y aunque tiene mayor incidencia entre aquellas personas de menos formación, los titulados universitarios tampoco están libres de pasar penurias económicas por culpa de la precariedad laboralprecariedad laboral. De hecho, el 23% de los trabajadores al borde de la pobreza tiene estudios universitarios (casi 30.000).

Los bajos salarios, la temporalidad y el aumento de contratos a tiempo parcial explican que la cifra de ocupados gallegos en riesgo de pobreza haya aumentado en casi 23.000 personas en el último año.

Se trata de trabajadores que no alcanzan el salario mínimo anual -9.907 euros- bien porque les pagan menos, porque tienen contratos a tiempo parcial o no trabajan los días suficientes al año. Y están en riesgo de pobreza porque viven en hogares con bajos ingresos.

Estos son los criterios que utiliza el informe sobre la Población Vulnerable en el Empleo, publicado por Fedea, para cifrar la tasa de riesgo de pobreza laboral en Galicia en el 7,5% de la población en edad de trabajar, superior al 6,1% que revelaba el informe del pasado año.

En comparación con otras comunidades Galicia está entre las peor paradas. Es la séptima tras Extremadura (16,3%), Andalucía (13,8%), Canarias (9,5%), la Comunidad Valenciana, Murcia (ambas con el 9%) y Castilla-La Mancha (8,3%).

La pobreza laboral perjudica a la juventud pero también a los trabajadores de mediana edad. La temporalidad y los bajos salarios están normalmente ligados a gente joven que inicia su vida laboral. Esto explica que el 10,2% de los gallegos de entre 16 y 29 años estén en riesgo de pobreza pese a tener un empleo (más de 33.000). Pero en el colectivo de los 30 a los 44 años, que debería gozar de mayor estabilidad laboral, la tasa es similar, del 10,1%, lo que en números absolutos supone casi 60.000 trabajadores en dificultades económicas.

La formación es clave para encontrar un buen trabajo. La tasa de pobreza laboral entre los gallegos que solo tienen estudios primarios (el 10,1%) duplica la de los titulados universitarios (5,1%). Sin embargo, haber cursado una carrera universitaria minimiza los riesgos pero no los elimina. Unos 30.000 licenciados tienen empleos precarios que los abocan a vivir casi en la miseria. De los 127.000 trabajadores gallegos en riesgo de pobreza, el 23% son graduados universitarios, el 10,8% solo tiene estudios primarios, el 44% tiene la ESO y el 20,6% cursó Bachillerato o FP.

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