Con una defensa de que en su caso los "ajustes" realizados durante los años de la crisis no son comparables a los de otro tipo de compañías, las empresas familiares lanzan una apuesta firme por trasladar el cambio de ciclo a los sueldos de los trabajadores. "La recuperación económica debe suponer también una recuperación de los niveles salariales", apela el nuevo presidente del Instituto de Empresa Familiar (IEF), Francisco J. Riberas, que da por hecho que ese es el camino emprendido ya en España.

No queda otra alternativa, aseguraba ayer en un desayuno informativo, que avanzar hacia un nuevo modelo económico en el que la competitividad dependa más de "tecnología y producto" que de los salarios. "El modelo no puede ser el de los costes bajos", apunta, aunque a condición de que la mejora de las nóminas no suponga un problema para esa competitividad. Y avisa: esa subida de las retribuciones "no va a ser igual en todos los sectores".

El máximo responsable del IEF niega que las grandes empresas en España paguen poco en impuestos. Al contrario, dice. "La mayor parte con las que hablo paga mucho -destaca-. Nuestro nivel de tributación no es bajo". Riberas insta a que España continúe con las reformas pendientes. Señala que la laboral dio frutos, pero que quedan "otras" por hacer y pide a los partidos políticos que lleguen a pactos de Estado para evitar cambios constantes, como en el caso de las pensiones. También pidió impulso a la FP dual.

Precisamente sobre la situación actual de los salarios volvió a hablar ayer Pepe Álvarez, secretario general de UGT, que insta a la patronal a sentarse para abordar la negociación colectiva. El día 22 hay protestas convocadas. "O hay cambios, o iremos a movilizaciones de carácter general", avisa Álvarez.