Antes de la intervención del presidente del Gobierno, el líder saliente del Círculo de Empresarios, Juan Güell, echó mano de la diplomacia para aplaudir a Rajoy su gestión del procés, pero también para reiterar que la filosofía de la institución es la de disentir con las decisiones políticas cuando sea necesario. "No nos gusta quejarnos [del alargamiento de trámites burocráticos] ni de retrasos en obras de infraestructuras, pero tenemos que hacerlo", expuso. "El bien común ha de ser la seña de identidad de las empresas y el principal objetivo de la política. Habrá decisiones que nos gusten o no, pero la discrepancia también nos refuerza", concluyó. Un talante, el de Güell, que tendrá continuidad en el Círculo con la nueva presidenta, Patricia García, que reclamó ante los principales poderes públicos de España "un entorno político estable, infraestructuras y capital humano formado" para ser capaces de competir. "Queremos seguir siendo un foro de debate y generador de propuestas de calado para liderar nuevos retos". La intención de la organización es "continuar creciendo" y "acompañar a las empresas en la búsqueda del éxito", añadió.