Unas 200 personas -según los cálculos de la Policía Local- participaron ayer en una nueva concentración en el Obelisco convocada por el Movemento Galego pola Defensa do Sistema Público de Pensións (Modepen) en la que los asistentes reclamaron pensiones dignas en el presente y garantías de que en el futuro seguirá habiendo prestaciones públicas. La asociación, que agrupa mayoritariamente a jubilados, defiende la implantación de pagas "dignas", de un mínimo de 1.080 euros, y pide una reforma de la Seguridad Social que blinde su existencia futura. Modepen considera que el acuerdo entre el Gobierno y el PNV es "un parche" porque aplaza el factor de sostenibilidad de 2019 a 2023 pero no lo elimina, con lo que la rebaja de las pensiones puede volver a producirse dentro en solo un lustro.