No era un ejercicio fácil por todos los cambios tan rápidos y de tanto calado que había que acometer, pero la coruñesa Greenalia logró en 2017 cumplir con las estimaciones de presupuesto y "otras acciones estratégicas" esenciales para su objetivo de convertirse en uno de los grupos de referencia en la transición energética en España. Salió a cotizar en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), reorganizó su estructura societaria, ató también una importante cartera eólica y está a punto de cerrar la financiación para el proyecto estrella, la planta de biomasa en Curtis, la segunda de mayor potencia en toda España. La facturación alcanzó los 35 millones de euros, un incremento de casi el 20% en comparación con 2016, según el informe de resultados enviado por la compañía al MAB.

Greenalia prevé que durante este año la cifra de negocio siga subiendo en un porcentaje parecido y dar el gran salto entre 2020 y 2021 con el encendido de los parques eólicos y la central de biomasa. A partir de ese momento, los ingresos alcanzarán los 109,75 millones.

La energía, de momento, no aporta nada a la cifra de negocios de la compañía. El 89% procedió del área forestal y un 11% de la logística. "La puesta en marcha de este primer proyecto va a suponer para el grupo un importante revulsivo", señalan los responsables de Greenalia en la presentación que acaban de hacer ante inversores, en referencia a la planta de Curtis. Funcionará a partir del primer trimestre de 2020 "con una producción anual exportada de 325.000 MWh [megavatios hora]". La plantilla rondará los 40 trabajadores y consumirá aproximadamente 472.000 toneladas anuales de biomasa, provistas por le propio grupo. Durante los 25 años de vida útil de la central, los ingresos recurrentes sumarán más 911 millones de euros entre las ventas de electricidad -la retribución obtenida en la subasta de renovables del Ministerio de Energía es de 99,94 euros por MWh- y 295 millones por suministro de biomasa forestal.

A los 133,33 MW en eólica conseguidos también en uno de los repartos de potencia del Gobierno se unen los 51,5 MW adquiridos recientemente con la compra de derechos a otros adjudicatarios. La normativa de las subastas obliga a que se pongan en marcha antes de diciembre de 2019. Todos se emplazarán en Galicia. La inversión alcanzará los 185 millones y los ingresos en el periodo de vida útil, 25 años también, llegarán a los 663 millones de euros.

Tras multiplicar por cinco el beneficio el pasado año (720.866 euros) y un resultado operativo (Ebitda) de casi dos millones, las proyecciones financieras de Greenalia contemplan llevar el Ebitda en 2021 hasta los 23 millones y situaron en el 26,9% del negocio y unas ganancias por encima de los cinco millones.