Los técnicos de Hacienda explican en su informe que la brecha salarial entre hombres y mujeres "no solo responde al lugar de residencia o a los umbrales de sueldo, sino que se ensancha conforme aumenta la edad". En especial, entre los 26 y los 45 años, "edades en las que muchas mujeres todavía tienen que pagar un peaje por ser madres y cuidar de sus hijos". Asimismo, Gestha atribuye la brecha salarial existente entre los 46 y los 65 años al cuidado de mayores, que también recae principalmente sobre las mujeres, y más allá de los 65 años, al de los nietos.

En Galicia el grupo de edad que sufre una brecha salarial más fuerte es el de las mujeres mayores de 65 años que han decidido prolongar su vida laboral y posponer la jubilación. Los hombres en su misma situación cobran más del doble que ellas, un 104,9% de diferencia. Por debajo de los 18 años, la superioridad salarial de los hombres es del 25,8%, que sube al 30,3% entre la mayoría de edad y los 25 años. A continuación, hasta los 35, se reduce al 20,5% para luego volver a subir hasta el 27,6% de los 36 a los 45 años y al 28,9% de los 46 a los 55 años. Desde esa edad hasta el momento legal de la jubilación, la discriminación es del 27,8%.