Grupo Ramón García no ha puesto la pica en Flandes, pero casi. La compañía familiar coruñesa acaba de inaugurar su primera factoría fuera de su Mesía natal -concello en el que mantiene su sede- y eligió el llamado Detroit mexicano para hacerlo. Dispone de una fábrica con 190 trabajadores en Querétaro, en la zona de El Bajío, en la que ha invertido más de 130 millones de pesos (5,4 millones de euros al cambio actual). El grupo, dividido a día de hoy entre Carpintería Ramón García SL y M.C. Mesía, se ha hecho grande dentro del sector de contract (mobiliario para establecimientos comerciales)contract con clientes como Inditex, que le confió la habilitación de las tiendas de Stradivarius hace casi veinte años. Ahora trabaja también para Zara, Bimba y Lola o El Corte Inglés, además de para numerosos hoteles.

De la docena de proyectos que ha acometido ya en el país centroamericano, solo uno -para la marca gallega Bimba y Lola- no pertenece al gigante creado por Amancio Ortega. Una dinámica que se repite en el resto de países latinoamericanos, donde Ramón García también ha dejado su impronta con su buen hacer.

"Los gallegos en México son referente de visión empresarial y trabajo. Aquí encontrarán condiciones de certeza para su crecimiento", destacó durante la inauguración el gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, en una ceremonia a la que asistió el patriarca de la compañía coruñesa, fundada en 1975.