El nuevo Gobierno socialista de España dejó claro ayer en Luxemburgo que quiere formar parte de los países de la UE que pretenden pisar el acelerador de la descarbonización, lo que reduce las posibilidades de supervivencia de las térmicas de carbón -lo que complica el futuro de las centrales gallegas, ambas coruñesas, de As Pontes y Meirama- y, derivado de esos cierres, puede encarecer la energíaenergía, lo que pondría contra las cuerdas a la gran industria electrointensiva presente en la comunidad, principalmente la aluminera Alcoa y otras empresas como Ferroatlántica, Megasa o Celsa. "Cambiamos de posición. España deja de ser un lastre y se alinea con aquellos países que tienen vocación de progreso" y "con los objetivos más ambiciosos en materia de renovables y de eficiencia energética", declaró a su llegada al Consejo de Ministros de Energía de la UE la nueva ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que, no obstante, apuntó: "La modernización de la política energética no se hará obviando a las personas y a las comarcas más afectadas por ese cambio". Los nuevos Gobiernos de España e Italia presionaron ayer para revisar al alza la posición de los Estados miembros en materia de renovables y eficiencia energética. Hasta ahora, la posición consensuada por los países antes de la negociación con el Parlamento Europeo del próximo miércoles en Estrasburgo pasaba por defender una tasa mínima del 27% en renovables en 2030 y un objetivo de mejora del 30% en eficiencia energética para el mismo horizonte. La Eurocámara, por su parte, reclamaba el 35% en ambas materias.

En el debate de ayer en Luxemburgo se vio que existe una división entre países. Luxemburgo, Suecia, Lituania, Portugal y ahora Italia y España abogan por un objetivo del 35% tanto en renovables como en eficienciarenovables (salvo Lisboa, que en eficiencia pide un 31%). "El mensaje más relevante que traemos es que España viene a decir que dejamos de arrastrar los pies. Necesitamos alinearlos con los objetivos más ambiciosos porque es la única manera de hacer viable el Acuerdo de París", señaló Ribera, que elevó cinco puntos la cifra de en torno al 30% en renovables y eficiencia que defendía el anterior Ejecutivo del PP. Un segundo bloque de países está en más del 30%, entre los que figuran Francia, Holanda, Dinamarca o Austria, mientras un tercero, con el Reino Unido, Irlanda y Estonia, reclama un 30%. El resto de países, entre los que están Polonia o Rumanía, no se define.

El comisario de Energía y Clima, Miguel Arias Cañete (PP), señaló que es "bueno" que haya "un cambio de posición de algunos países hacia mayor ambición", en referencia a España. Elevar la cuota de renovables equivale a acelerar el ritmo de la transición energética, a recortar el uso del carbón o, lo que es lo mismo, al cierre de térmicastérmicas.

Teresa Ribera afirmó que confía en encontrar soluciones "justas" para la situación de las comarcas "más afectadas por ese cambio", como serían los entornos de As Pontes y Cerceda. "Confío en que podamos encontrar soluciones justas y que podamos reforzar el mensaje de que estamos con la gente, que no hay ningún tipo de conflicto y que esas autonomías que hoy se sienten preocupadas e inquietas, al revés: tenemos que ponernos manos a la obra para resolver todas esas cuestiones generando oportunidades", aseveró Ribera.