La tienda de Kina Fernández en la calle Real tiene los días contados. El anuncio del escaparate de "liquidación por cierre por rehabilitación del edificio" ha alertado a la clientela de A Coruña, a la que la histórica diseñadora gallega se apresura a calmar: "Estamos buscando un local para trasladarnos", explica. La empresaria del textil adelanta que será un establecimiento "más pequeño, más personal y con mayor calidad".

Las boutiques de A Coruña y Lugo son las dos únicas que Kina Fernández mantiene en propiedad, tres años después de que la situación económica la obligara a liquidar la empresa con la que confeccionaba sus prendas, Volvoreta SA, y a subastar su nave de A Grela. Fernández, que creó la marca en 1985 y la encumbró como uno de los referentes del textil gallego, define la situación empresarial actual como "más tranquila" y se mantiene fiel a su modelo: "Todo lo fabricamos en Galicia, en nuestros talleres pequeños. Lo seguimos haciendo como hace 30 años, cuando facturábamos mucho más que ahora. Diseñamos aquí y fabricamos aquí. A mi edad no me voy a poner a fabricar fuera", defiende la diseñadora.

La inminente rehabilitación del edificio número 58 de la calle Real fuerza a Kina Fernández a buscar un nuevo establecimiento en A Coruña, una circunstancia que la marca de alta costura gallega aprovechará para renovar su imagen. "Queremos que sea un local más personal, más Kina Fernández, y reforzar la apuesta por la calidad", señala la diseñadora. La de A Coruña es la tienda de referencia de la marca, en la que mantiene una clientela fiel que además de seguir sus colecciones prêt à porter, demanda cada vez más confecciones a medida.

Kina Fernández también se ha abierto a la venta por internet para llegar a ciudades en las que dejó de tener presencia, como es el caso de Madrid. Volver a abrir en el exclusivo barrio de Salamanca -allí vendía hasta hace dos años y medio- está en los planes de la empresaria. Cuando encuentre un local adecuado. "Se ha multiplicado por tres el precio de la renta", lamenta Fernández.

La histórica del textil gallego también sopesa la fórmula de la franquicia como posible vía para su avance en esta nueva etapa. "Me llama mucha gente pero tengo que pensarlo", señala. Bajo este modelo abrió hace año y medio un local en Vigo. La tienda "va tirando", explica la diseñadora, pero "el mercado ha cambiado y no se busca tanto la calidad", concluye.