El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez no podrá cumplir con una de las principales promesas electorales de los socialistas, la derogación de la última reforma laboral del Partido Popular. A cambio, el Ejecutivo de Pedro Sánchez prometió ayer a los sindicatos hacer algunos "retoques" sobre esta legislación. Así transcendió tras una reunión que el presidente del Gobierno y la ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, mantuvieron con la mesa del diálogo social, en la que están representados el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, el de CCOO, Unai Sordo, el líder de la patronal CEOE, Joan Rosell, y el de Cepyme, Antonio Garamendi.

Pepe Álvarez comentó tras el encuentro que el Ejecutivo socialista se mostró "reservón" a derogar la reforma laboral. Minutos más tarde, Magdalena Valerio matizó las palabras del sindicalista. "Más que reservón o que se haya cambiado de criterio, en el Gobierno se tienen mayores dosis de pragmatismo porque conoce el apoyo parlamentario con el que cuenta", explicó. "Nos encantaría tener mayoría parlamentaria, con 202 diputados como tenía Felipe González, pero tenemos -lamentó- una aritmética parlamentaria muy compleja".

La ministra se mostró partidaria de ir trabajando en un nuevo Estatuto de Trabajadores para ponerlo en marcha a partir de 2020. Para conseguirlo tiene previsto crear una comisión de expertos que puedan asesorar al Gobierno en este asunto. Mientras tanto, aboga por intentar llegar "a acuerdos puntuales pero importantes" con los agentes sociales.

Los sindicatos reclaman que la remodelación de la legislación laboral sea de mayor calado. "Hay que modificar en profundidad la actual legislación laboral", señaló Unai Sordo, que aseguró que esos cambios podrían orientarse desde el Acuerdo de Negociación Colectiva que los sindicatos y la patronal están a un paso de cerrar. "Se pueden adoptar medidas desde ya y si alguna viniera del consenso con la CEOE, sería estupendo. Si no, habría que decidir cómo se atacan algunas de las medidas", explicó Sordo.

Mientras, Pepe Álvarez dejó claro que él "no encuentra elementos" ni en la reforma de 2010 (hecha por un Ejecutivo socialista) ni en la de 2012 (aprobada por el Gobierno del PP) que hayan aportado algo positivo al desarrollo económico y social de los trabajadores. El presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, señaló que en los últimos tiempos ha habido "55 reformas laborales, más de 7.000 leyes laborales". "Lo de derogar es más un mensaje ideológico. Nosotros siempre estamos a favor de una evolución. Cuando nos sentemos más seriamente con la ministra veremos qué se puede y qué se quiere cambiar", reflexionó Garamendi tras el encuentro celebrado en La Moncloa.