Jesús Nuño de la Rosa (Madrid, 1963) pilota desde esta semana el gran trasatlántico de la distribución minorista en España, El Corte Inglés. Aunque el camino por el que deberá hacerlo transitar parece, a primera vista, tener una cuantas curvas en forma de retos de negocio. El primero y más inmediato será el de poner paz dentro de su propia casa. La salida de la presidencia de Dimas Gimeno ha provocado un polvorín y dejado un agrio enfrentamiento interno que tiene visos de perdurar ya que el ya expresidente ha prometido dar la batalla e impugnar la asamblea en la que se tomó la decisión de su relevo por unas supuestas irregularidades. De la Rosa está llamado a ser un hombre de paz. No será lo único que tenga que ser. También deberá buscar la forma de reducir la deuda de la empresa, guiar la salida a Bolsa y subirse de forma definitiva a la imparable ola de la venta de online. Tendrá mucha tela que cortar.

La propia compañía anunciaba el relevo en su presidencia con un mensaje elocuente y poniéndole unos deberes claros. Decía el mensaje que Nuño de la Rosa tomaba las riendas para afrontar los retos e impulsar una nueva etapa de crecimiento. Y es que El Corte Inglés acumula tres años consecutivos de mejora de sus resultados, pero el golpe de la crisis fue duro y dejó una honda herida en forma de 3.650 millones de deuda.

Aunque antes que nada deberá normalizar la situación dentro del grupo. Nuño de la Rosa es el hombre de confianza de las hermanas Marta y Cristina Álvarez, hijas de Isidoro Álvarez, aunque será el primer presidente que no tenga relación directa con la dinastía fundadora de este enorme conglomerado comercial. De primeras, deberá lidiar con el accionista extranjero de la compañía, el jeque catarí Hamad Bin Jassim Bin Jaber al Thani, que prestó a El Corte Inglés mil millones en 2015, y se hizo con un 10% del capital, y que estuvo hasta última hora del lado de Gimeno.

Otra decisión importante será pilotar la salida a Bolsa, una hoja de ruta que había comenzado a trazar el propio Gimeno. Un posible salto al parqué que podría dar algo de equilibrio al complejo reparto de fuerzas en el accionariado del grupo. Una salida que está exigiendo de forma insistente Al Thani y que la empresa había evitado tomar en el pasado.

Pero de puertas hacia fuera también tendrá tela que cortar Nuño de la Rosa, que precisamente, ayer estuvo visitando uno de los centros comerciales del grupo en el centro de Madrid, tendrá los deberes de meter al grupo en la ola del comercio online. Buena parte de la batalla comercial se libra ahora a través de internet, debido a la interrupción en escena de gigantes como Amazon o Alibaba. La compañía ya hizo importantes avances en este sentido durante los últimos años, pero aún le queda al grupo español el debe de dar con el gusto de los "millenial", la generación de los nacidos a partir de 1982.

En su primer día como presidente de El Corte Inglés quiso estrenarse mandando un mensaje de tranquilidad a los sindicatos, de hecho estuvo reunido con ellos horas después de llegar al cargo. Se comprometió a mantener una relación fluida con ellos y les envió un "mensaje de transparencia, confianza, unidad y proyecto de futuro". Y aseguró que su intención es que El Corte Inglés siga siendo el primer empleador de España (con 92.000 empleados) y un motor para la economía española.