El último expresidente del Banco Popular, Emilio Saracho, aseguró ayer que, al gestionar la crisis que afectaba a la entidad, "se hizo todo lo que se pudo, pero no fue suficiente". Coincidiendo con el primer aniversario de la resolución del banco y su venta a Santander, Saracho justificó ayer en un artículo que firma en El País que la entidad "arrastraba problemas estructurales de bastante mayor gravedad a los conocidos".