Trabajar simultáneamente para varias empresas no es un terreno desconocido para unos trabajadores autónomos acostumbrados a compaginar su actividad entre más de un cliente, pero el colectivo se enfrenta ahora a una situación completamente nueva. Las dificultades para lograr unos niveles de renta que les sirvan de sustento están provocando que cada vez sean más los trabajadores que buscan una segunda actividad que aporte un complemento a sus ingresos. Una situación que provoca que cada mes se registren en la comunidad 62 nuevos casos de trabajadores que deciden inscribirse por partida doble en la Seguridad Social: tanto como trabajadores por cuenta propia (autónomos) como por cuenta ajena (asalariados, contratados por una empresa).

Las tareas pendientes que todavía arrastra el mercado laboral gallego provocan que la figura del autónomo pluriempleado sea cada vez menos extraña. Hace cinco años apenas se contabilizaban en la comunidad gallega 4.462 casos de trabajadores con pluriactividad y solo representaban un 3,1% del total, pero desde entonces la cifra se dispara un 42,2%, hasta alcanzar los 6.348, lo que provoca que ya supongan el 4,5% del colectivo de trabajadores autónomos, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

A los trabajadores autónomos que buscan una segunda fuente de ingresos se suma la presencia de aquellos asalariados con contratos a tiempo parcial que buscan otra actividad con la que estirar su jornada hasta, al menos, las ocho horas a la semana. "Estamos detectando un repunte en el sector de los servicios profesionales, como es el caso de comerciales o trabajadores del sector de las telecomunicaciones o los seguros", explica el secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad.

Es precisamente el repunte de los pluriempleados lo que está manteniendo las cifras de empleo entre el colectivo autónomo en los últimos cinco años. De no ser por estos nuevos 1.886 trabajadores con pluriactividad, el régimen de los profesionales por cuenta propia habría perdido 1.694 afiliados en la comunidad, hasta quedarse en los 213.537 inscritos en la Seguridad Social.

La proliferación del pluriempleo se hace notar especialmente entre los trabajadores más jóvenes. La elevada presencia de las jornadas parciales, que afectan a más del 37% de los contratos firmados por los asalariados menores de 25 años empuja a que sean precisamente los trabajadores de esta franja de edad los que más recurran a la pluriactividad. El 9,7% de los trabajadores autónomos de menos de 25 años se encuentran inscritos también como trabajadores por cuenta ajena, un porcentaje que se reduce progresivamente hasta el 2,8% entre los profesionales que superan los 55 años.

El pluriempleo aporta una segunda fuente de ingresos, pero no se traslada íntegramente a los bolsillos de estos trabajadores. Además de elevar la tributación por IRPF al incrementar la base de ingresos que se somete a gravamen, también obliga a desembolsar por partida doble las cotizaciones a la Seguridad Social: la correspondiente al régimen general, por ejemplo, y la del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

Para atenuar esta carga adicional, la legislación prevé bonificaciones para reducir la cuota abonada a la Seguridad Social. Los empleados por cuenta ajena que trabajen a jornada parcial y se den de alta como autónomos ven reducida un 25% su base mínima durante los 18 primeros meses de actividad y un 15% el año y medio siguiente. Un porcentaje que se amplía hasta el 50% y el 25% en los primeros y segundos dieciocho meses de actividad en el caso de que la actividad por cuenta ajena se realice a jornada completa. Además, si el desembolso en cuotas supera los 12.368 euros anuales, el autónomo tiene derecho reclamar la devolución del 50% de diferencia. Es decir, si se abonan 13.368 euros en un año, se tendrían de vuelta 500 euros.

El mal escenario económico para los autónomos en Galicia no solo los obliga a optar por el pluriempleo sino que la comunidad gallega está entre las autonomías con peor comportamiento en cuanto a afiliaciones de España. Si en el conjunto del Estado la federación de trabajadores por cuenta propia habla de cifras históricas en los cuatro primeros meses del año, en Galicia la nómina de inscritos en el RETA apenas ha aumentado en relación con el cierre del pasado ejercicio. Frente al repunte del 1,5% en el número de autónomos en territorio nacional, en la autonomía gallega la mejora es sólo del 0,2%.

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