El consejo de administración de Repsol ha aprobado este miércoles la adquisición a Macquarie Infrastructure and Real Assets (MIRA) y Wren House Infrastructure de los negocios no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo, así como su comercializadora de gas y electricidad por un importe de 750 millones de euros, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El acuerdo supone la adquisición de una capacidad de generación de bajas emisiones de 2.350 megavatios (MW) formada por instalaciones eficientes de generción hidráulica y ciclos combinados de gas, y una cartera de cerca de 750.000 clientes, con lo que Repsol refuerza su posición como proveedor multienergía.

En concreto, la compañía presidida por Antonio Brufau adquiere tres centrales hidroeléctricas con una capacidad instalada de 700 megavatios (MW), situadas en el Norte de España y con gran potencial de crecimiento orgánico.

También compra dos centrales de ciclo combinado de gas, una en Algeciras (Cádiz), construida en 2011, y otra en Escatrón (Zaragoza), construida en 2008. Entre las dos suman una capacidad de 1.650 MW. Las centrales de carbón de Viesgo quedan excluidas de la transacción.

Repsol considera que los ciclos combinados de gas tienen un papel "clave" en la transición energética y destaca que las instalaciones hidroeléctricas son una fuente renovable y eficiente de generación eléctrica y cumplen la función de almacenamiento de energía utilizable en momentos de déficit de otras fuentes renovables.

Se espera que la operación, que tendrá efectos económicos desde el 1 de enero de 2018, se complete en el cuarto trimestre del año, una vez se hayan recibido las autorizaciones regulatorias necesarias.

Con esta adquisición, Repsol da un paso adelante en el cumplimiento de su hoja de ruta para la transición energética, al operar en un negocio de bajas emisiones, con una "posición rentable y de largo plazo", y en línea con su compromiso en la lucha contra el cambio climático, ha indicado la petrolera.

La adquisición, con la que la compañía desarrollará nuevas capacidades, supone la incorporación de un nuevo operador en el sector del gas y la electricidad, "con una visión industrial a largo plazo y con voluntad de invertir y generar nuevas oportunidades de trabajo". Al mismo tiempo, añade, se refuerza la competencia en el sector, "lo que beneficiará al conjunto de los consumidores", según destaca la empresa.

Además, con la operación, Repsol "mejora la eficiencia de su consumo energético", principal coste de sus cinco grandes instalaciones industriales en España.